Sin un sendero claro para revivir las negociaciones de paz entre israelíes y palestinos, el presidente Joe Biden ofreció el viernes fondos estadounidenses como alivio mientras visitaba un hospital local.
“Los palestinos e israelíes merecen por igual libertad, seguridad, prosperidad y dignidad”, dijo en el Hospital Augusta Victoria de Jerusalén oriental, que atiende a los palestinos. “Y el acceso a la atención médica, cuando uno lo necesita, es esencial para una vida digna para todos”.
Aunque los 100 millones de dólares en asistencia de salud propuestos requieren la aprobación del Congreso estadounidense, Biden anunció además 201 millones de dólares para la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, además de sumas menores para otros programas.
Israel se ha comprometido también a modernizar las redes celulares en Cisjordania y Gaza, parte de una gestión más amplia para mejorar las condiciones económicas.
Tras salir del hospital, Biden se iba a reunir con el presidente de la Autoridad Palestina Mahmoud Abbas y visitar la Iglesia de la Basílica de la Natividad en Belén.
Su viaje a Cisjordania ha sido recibido con escepticismo y rencor por palestinos que piensan que Biden ha dado muy pocos pasos hacia la reanimación del proceso de paz, especialmente luego que el presidente Donald Trump dejó a un lado las conversaciones y favoreció marcadamente a Israel.
Cuando Biden finalizó sus declaraciones en el hospital, una mujer que se identificó como una enfermera pediátrica en otra instalación de salud le agradeció la asistencia financiera, pero dijo que “necesitamos más justicia, más dignidad”.
La última ronda seria de negociaciones dirigida a crear un estado palestino independiente se desplomó hace más de una década, dejando a millones de palestinos viviendo bajo el control militar de Israel.
El gobierno saliente de Israel ha dado pasos para mejorar las condiciones económicas en Gaza y la Cisjordania ocupada. Pero Yair Lapid, el primer ministro interino, no tiene mandato para realizar negociaciones de paz y las elecciones del 1 de noviembre pudieran llevar al poder a un gobierno ultraderechista opuesto a la estadidad palestina.
Mientras tanto, el presidente Abbas, de 86 años, cuya Autoridad Palestina administra partes de Cisjordania y coopera con Israel en asuntos de seguridad, es más representante del status quo que de las aspiraciones palestinas.
Fuente: AP
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