Hasta nuestras oficinas de redacción se acercaron los señores Pablo Garrido, Jesús Artigas y María Garrido,quienesdijeron ser todos agricultores del caserío Los Volcanes, Parroquia Fréitez del Municipio Crespo del Estado Lara.
Destacaron los visitante que su único objetivo era el de denunciar el estado de avanzado deterioro que presenta la vía de penetración rural que conduce desde el caserío antes indicado, hasta el caseríoGuaiguayure, “y otros más”.
Explicaron que, durante las últimas dos décadas, los agricultores de esa zona han sido echados al más completo abandono, “por cuanto, incluso, hasta nisiquiera se nos volvió más nunca a conceder algún crédito para el desarrollo de nuestras actividades agrícolas”.
Abundando en detalles, apuntaron los denunciantes que se trata de la vía de penetración rural que comunica entre sí a los poblados de La Guachafita, El Lirial, La Panchera, Quebrada de Oro, San Miguel, Guaiguayure “y otros más”.
–Se trata de una carretera de tierra, que, en otras épocas, a pesar de eso, recibía mantenimiento y los vehículos más o menos podían transitar porallí para el traslado delasrespectivas cosechas.
Sin mantenimiento
Apuntaron que, desde hace alrededor de cinco años, a dicha carretera no se le hace ningún tipo de mantenimiento de parte del sector oficial
–Sin embargo, ante nuestra necesidad de que la vía estuviese por lo menos accesible, solicitamos del Instituto de Vialidad del Estado Lara (Invilara), hace ya como seis meses, el envío de una máquina para que se encargara del debido mantenimiento.
Explicaronque, efectivamente, la máquina la enviaron, “pero nosotros, los agricultores, debimos mandarle a arreglar el motor y el radiador, y aportarle el aceite, la gasolina, etc., todo ellopor un valor estimado en unos mil dólares, sin contar el valor de la mano de obra, y siempre a costa nuestra”.
–Pero ocurre que las torrenciales lluvias caídas en las últimas semanas prácticamente devastaron la vía, y la tenemos otra vez bastante deteriorada.
Apuntaron luego que, como quiera que la máquina se dañó nuevamente, pues sencillamente hay que mandarla a arreglar, “pero ya nosotros no tenemos posibilidades, pues lo que teníamos lo invertimos, haciendo de tripas corazón, en la primera reparación que se le hizo”.
Sin respuesta
Por eso–destacaron–, se dirigieron por escrito, hace ya como cinco meses, al coronel Wilfredo Torres, presidente de Invilara, “pero ni siquiera nos ha respondido, hasta ahora”.
Ante una pregunta, manifestaron que la zona en cuestión produce rubros tales como tomate, cambur, café, apio, ocumo y otros más, y que, por la razón antes indicada, se hallan afectados alrededor de 260 labriegos del sector antes indicado.
–Pero ante esta situación de total indiferencia oficial, nos decidimos a acudir a los medios de comunicación –dijeron finalmente–, porque, por las vías ordinarias, no ha sido posible hasta ahora que el gobierno nos tome en cuenta.
Reinaldo Gómez
Gráfica: Ángel Zambrano
