En medio de un clima regional marcado por tensiones políticas y alertas de seguridad, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, se desmarcó el domingo 23Nov, de cualquier respaldo a acciones militares contra Venezuela y reiteró que su postura se centra en una salida pacífica.
“Yo no apoyo a Maduro, quiero una solución política y pacífica en Venezuela, pero no apoyo una invasión”, insistió el mandatario, al destacar que la negociación y el diálogo deben prevalecer sobre cualquier vía de fuerza.
Petro también vinculó una hipotética intervención con efectos económicos globales y regionales. En su mensaje advirtió que una operación militar «podría desplomar los precios internacionales, concentrar el petróleo en manos árabes, limitar a Estados Unidos al petróleo pesado y afectar gravemente a Ecopetrol, generando pérdidas económicas importantes».
El jefe de Estado agregó que una invasión tendría impactos severos en Colombia, especialmente por la presencia de migrantes venezolanos en el país.
“Los que aplauden la invasión lo que desatan es la quiebra de Ecopetrol y millones de venezolanos hermanos en nuestro territorio. Irresponsables los apátridas”, señaló.
Las declaraciones de Petro llegan en un contexto de creciente presencia militar estadounidense en la región. El gobierno de Donald Trump autorizó recientemente operaciones encubiertas de la CIA dentro de Venezuela. Además, la Administración Federal de Aviación (FAA) emitió recientemente un aviso a aerolíneas internacionales sobre una “situación potencialmente peligrosa” al sobrevolar el espacio aéreo venezolano, lo que provocó la cancelación de vuelos por parte de al menos tres compañías.
Asimismo, este lunes 24Nov, el Departamento de Estado de Estados Unidos (EE. UU.) publicó en el Registro Federal la designación oficial del Cártel de los Soles como Organización Terrorista Extranjera (FTO).
