¿Dónde están las rubias?: Marlon Wayans defiende la película de la cultura de la cancelación
El actor Marlon Wayans, que co-creó y protagonizó la comedia clásica de culto de 2004 White Chicks también conocida en América Latina como ¿Dónde están las rubias?, ha defendido la película de las críticas que atribuye a la cultura de la cancelación. La audaz película seguía a dos hermanos del FBI, interpretados por los hermanos de la vida real Marlon y Shawn Wayans, que trabajan de forma encubierta en un caso de secuestro disfrazándose con pelucas rubias y un extenso maquillaje para hacerse pasar por dos hermanas blancas ricas y vanidosas, Brittany y Tiffany Wilson. White Chicks fue una colaboración familiar, ya que los dos actores principales también coescribieron el guión junto con su hermano Keenen Ivory Wayans, que actuó como director de la película.
El éxito comercial de la película contrastó con la recepción de la crítica. Aunque White Chicks fue un éxito de taquilla, ocupando el segundo puesto en su fin de semana de estreno y recaudando 113 millones de dólares frente a un presupuesto de 37 millones, los críticos criticaron la película por basarse en estereotipos superficiales y chistes inmaduros. La película sigue siendo un tema de controversia, ya que los espectadores no se ponen de acuerdo sobre si es muy problemática o si es una comedia brillante.
Dieciocho años después del estreno de la película, Marlon Wayans se pronuncia sobre la controversia que rodea a su película White Chicks, defendiendo la integridad cómica de la película de la cultura de la cancelación. En una entrevista con Buzzfeed, Wayans sigue confiando en que la película no debe tomarse más en serio que como una fuente de alegría desenfadada para los espectadores. Mira lo que tenía que decir sobre comedias como White Chicks a continuación:
«Creo que son necesarias. No sé en qué planeta estamos, donde se piensa que la gente no necesita reírse, y que hay que censurar y cancelar a la gente. Si un chiste va a hacer que me cancelen, gracias por hacerme ese favor. Es triste que la sociedad esté en este lugar donde ya no podemos reírnos. No voy a escuchar a esta maldita generación. No voy a escuchar a esta gente: Esta gente asustada, estos ejecutivos asustados. ¿Hacen lo que quieren? Genial. Seguiré contando mis chistes como los cuento. Y si quieren ganar dinero, súbanse a bordo. Y si no, encontraré la manera de hacerlo yo mismo. Conozco a mi público. Mi público viene a mis espectáculos todos los fines de semana y se va sintiéndose bien y riendo. Una cosa sobre los Wayans, siempre hemos contado el peor chiste de la mejor manera».
¿Se haría hoy White Chicks?
Los comentarios de Wayans indican que las críticas que ha suscitado la película se deben a un reciente cambio hacia un mayor escrutinio público del arte y los medios de comunicación, un fenómeno que muchos han descrito como «cultura de la cancelación». Si bien es cierto que White Chicks probablemente no sería aprobada tan rápidamente hoy en día, el comentario de la película sobre la mujer blanca sigue siendo relevante. No hace falta mirar más allá del popular meme «Karen», que ha surgido en los últimos años como representación de las mujeres blancas que explotan sus privilegios y al mismo tiempo se hacen pasar por víctimas, para ver que los comentarios sobre la raza y el género en forma de comedia siguen siendo frecuentes casi dos décadas después del estreno de White Chicks.
De hecho, Wayans reveló recientemente que la inspiración detrás de las mujeres centrales de White Chicks eran las hermanas Paris y Nicky Hilton, afirmando que la película tenía un punto más amplio que hacer sobre las mujeres blancas ricas. Sin embargo, desde entonces ha quedado cada vez más claro que incluso las mujeres de la alta sociedad como las Hilton se presentan como versiones satirizadas de sí mismas, lo que hace que se las perciba de forma diferente a como son en realidad. En los últimos años, la propia Paris Hilton ha expresado públicamente aspectos más profundos de su vida personal, incluso detallando los abusos a los que se ha enfrentado, lo que demuestra lo curada y exagerada que era la versión de sí misma que presentaba en la época en que se hizo White Chicks. Aunque la inspección de la película sobre su tema sigue siendo relevante, si la historia se rehiciera en 2022, tendría que equilibrar la crítica que plantea ofreciendo una profundidad realista y una complejidad interior a los personajes de los que se burla, no para socavar su comentario, sino para hacerlo aún más realista.
