El mundo conservador de Estados Unidos se encuentra de luto tras el trágico fallecimiento de Charlie Kirk, un influyente comentarista y aliado del presidente Donald Trump. Kirk, de 31 años, murió este miércoles después de recibir un disparo en el cuello mientras participaba en un evento en la Universidad del Valle de Utah, en la ciudad de Orem. La impactante noticia fue confirmada por el propio Trump, quien expresó su profundo pesar y ordenó que las banderas ondeen a media asta en honor a su amigo.
«El gran, e incluso legendario, Charlie Kirk, ha fallecido», lamentó el presidente en su perfil de Truth Social. «Nadie comprendió ni tuvo el corazón de la juventud de Estados Unidos mejor que Charlie». El tiroteo ocurrió mientras Kirk respondía a una pregunta sobre los tiroteos masivos. Un video del momento, que se ha vuelto viral, muestra el instante en que el disparo lo impacta, causando una herida de la que sangraba profusamente ante cientos de asistentes.
Tras el incidente, la Universidad del Valle de Utah cerró sus puertas y canceló las clases. A través de un comunicado en su cuenta de X, la institución informó que la policía está recorriendo los edificios para escoltar a las personas a un lugar seguro. Sin embargo, ha habido confusión en cuanto al estado del sospechoso, ya que una portavoz de la universidad ha negado que esté bajo custodia, contradiciendo reportes iniciales.
El director del FBI, Kash Patel, ha asegurado que la agencia está «siguiendo de cerca los informes sobre el trágico tiroteo» y que sus agentes están en camino al lugar para apoyar la investigación en curso. La repentina muerte de Kirk, una de las personalidades mediáticas más destacadas del movimiento conservador, ha generado una ola de conmoción y llamados a la unidad.
Charlie Kirk fue una figura clave en la movilización de votantes jóvenes para el Partido Republicano. En 2012 cofundó Turning Point USA, una organización que aboga por políticas conservadoras en las escuelas y universidades. Su trabajo fue crucial en las últimas elecciones, donde se le atribuye haber impulsado la participación juvenil en apoyo a Trump. Su muerte subraya la creciente preocupación por la violencia política en un país cada vez más polarizado, un problema que afecta a ambos lados del espectro político, como también lo demostró el intento de asesinato contra el propio Trump en Pensilvania.
