La Federación Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR) lanzó este miércoles 8 de junio una llamada de emergencia para hacer frente a la grave crisis alimentaria que padece Sri Lanka, golpeada por una falta de divisas que le impide adquirir productos básicos como alimentos en el extranjero.
La FICR hizo una petición de 28 millones de francos suizos (unos 28,7 millones de dólares) para ayudar a unas 500.000 personas en el país, pero advirtieron que la población necesitada es mayor, y están «gravemente preocupados por las comunidades más vulnerables».
«Unas 2,4 millones de personas ya viven por debajo del umbral de la pobreza y son las más afectadas por la pérdida de medios de subsistencia, la escasez de alimentos y el aumento vertiginoso del costo de los artículos esenciales», subrayó en un comunicado el jefe de la Oficina del Sur de Asia del FICR, Udaya Regmi.
El secretario general de la Cruz Roja en Sri Lanka, Mahesh Gunasekara, explicó que el impacto de la pandemia en la isla había sido ya muy duro, y que la situación «es incluso peor en los hogares monoparentales, aquellos sin trabajo fijo y aquellos que habían sufrido una pérdida de ingresos».
Esta escasez alimentaria en Sri Lanka ha provocado que gran parte de la población se vea obligada a reducir el número de comidas diarias, como es el caso de Samanthi Priyanthika, una mujer que lleva meses sin poder darle leche en polvo a su hijo después de que su precio se duplicase con el inicio de la crisis económica.
Priyanthika nunca pensó que tendrían que reducir el número de comidas diarias en su familia, ni tampoco que se vería incapaz de alimentar a su hijo «al menos con una comida diaria con suficiente nutrición para que pueda crecer».
Derivado de la caída de reservas de moneda extranjera, la isla carece de productos de primera necesidad y se enfrenta a una severa escasez de combustible, gas para cocinar y medicinas desde finales del pasado diciembre.
Con información de EFE