El barquisimetano Andrés Giménez ha tenido un giro de 180 grados en 2022, luego de llegar de los Mets de Nueva York a los Guardianes de Cleveland, el primero eliminado en el comodín de la Liga Nacional y el segundo en lucha por la Serie Divisional ante los Yanquis de Nueva York en la Americana.
Un salto inmenso lo alcanzado por el chico larense, quien a los 21 años hizo su debut en las Grandes Ligas y tres después a los 24 es protagonista en las Mayores, cuando con su equipo busca clasificar a la Serie de Campeonato y si a él la suerte lo acompaña puede ir por la Serie Mundial en apenas su tercera temporada en el Big Show.
Llegó a Cleveland, antes Indios ahora Guardianes, en cambio por su compatriota lanzador Carlos Carrasco, también barquisimetano y el paracorto puertorriqueño Francisco Lindor. Arribó a su nuevo club junto al infield dominicano Amed Rosario, el outfield Isaih Greene y el pítcher Josh Wolf. Rosario juega en el campocorto y Giménez se desenvuelve en segunda.
EL CAMBIO
Cuando Giménez se estrenó en la Gran Carpa con los Mets participó en 49 juegos, para una línea ofensiva de .263/.333/.398, con tres jonrones, 12 remolcadas, 22 anotadas y un OPS de .732. En el momento de incorporarse a los Guardianes lo recibieron los coaches de bateo Chris Valaika y Víctor Rodríguez. Se movía mucho en el cajón y hasta tiraba una patadita, que la eliminó por sugerencia de Rodríguez.
Está sorprendido con lo que lo ha ayudado el instructor puertorriqueño Víctor Rodríguez. “Desde el Día 1 que llegué Cleveland gracias a Dios me ha orientado y los resultados han sido positivos, pero especialmente el año pasado. No tengo las palabras en este momento para decir lo mucho que significa Víctor, lo que ha sido para mí en mi ofensiva”.
El año pasado no fue nada fácil. Luego de una prometedora temporada de novato en 2020 con los Mets, donde se había sido un cotizado prospecto por su destacada defensa como torpedero y un bateador que podía dar de qué hablar, exhibía una modesta línea de .179/.226/.308 para mediados de mayo de 2021 y fue enviado a Triple A a fin de trabajar en su ofensiva. Con Columbus sí hubo progresos (.287/.342/.502, OPS de .845). Pero con todo y una leve mejoría luego de volver el 8 de agosto, terminó esa campaña con apenas .218/.282/.351.
2022 SU AÑO
El 2022, sin la patadita, mejoró del cielo a la tierra en sus aportes ofensivos. Como intermedista jugó como de costumbre buena defensa (12 outs por encima del promedio), con el quisqueyano Rosario en el short, al redondear .297/.371/.466 con OPS de .837, OPS+ de 141 (41 puntos por encima del bateador promedio), 26 dobles, 17 cuadrangulares, 69 empujadas y 20 bases robadas en 23 intentos durante la temporada regular. Los consejos de Víctor Rodríguez de algo sirvieron, más bien, resultaron muy favorables porque hasta el exgrandeliga Omar Vizquel, otro compatriota suyo, lo elogió junto al también exbigleaguer puertorriqueño Carlos Baerga, ambos figuras de los Indios de Cleveland, el venezolano como short y el borinqueño alrededor del segundo cojín.
Giménez, sin dudas, ha sido una buena noticia no sólo para los venezolanos, sino para los barquisimetanos. ¡Enhorabuena!.
Propia/David Venn/LasMayores.com/Meridiano
Andrés Giménez se pierde de vista