El cardenal venezolano Baltazar Porras considera que el sucesor del papa Francisco debe «continuar» el trabajo iniciado por el jesuita argentino, quien representó una «bocanada de aire fresco» para la Iglesia católica.
Preguntado sobre cómo debe ser el suceso de Francisco dijo en entrevista con AFP que «el futuro papa no lo tendrá fácil, porque no es fácil el mundo de hoy. Pero creo que cualquiera de los que el Espíritu Santo ponga para seguir adelante –como el mismo papa Francisco decía: esto es un proceso irreversible– que continúe todo aquello que él ha comenzado, que es no solo ni tanto para el bien de la Iglesia, sino de toda la humanidad»,
En relaciona a la gran cantidad de personas de todas partes que se apuestan en el Vaticano para despedir a Francisco expresó: «estoy llegando apenas al Vaticano, pero yo creo que esto es universal. Vengo de Venezuela y la noticia de la muerte del papa Francisco, todo el mundo la ha sentido como si fuera el familiar más cercano, precisamente por su sencillez, por su humildad, por ese sentido tan profundo que tuvo él de conectar con toda la gente independientemente de quien fuera».
«Ahora mismo salgo a la calle aquí en Roma y un musulmán se acerca a decirme que ha venido porque le oyó una frase al papa Francisco sobre la fraternidad y que todos somos hijos de Dios y tenemos que echar adelante. Ese es uno de los muchos legados que nos deja el papa Francisco».
El papa Francisco, el primer pontífice latinoamericano significaba una bocanada de aire fresco, de sencillez, de cercanía y que es expresión de lo que es la fe cristiana y lo que ha sido la fe cristiana y la fe católica en nuestro continente».
«Como venezolano siento también un agradecimiento muy profundo hacia el papa Francisco con quien tuve, gracias a Dios, una amistad, una cercanía y el regalo que nos dio ya en su enfermedad de los dos primeros santos canonizados venezolanos: el doctor José Gregorio Hernández y la madre Carmen Rendiles».
En Venezuela, el sentimiento por su fallecimiento «ha sido de verdad una expresión que sobrepasa todo lo que podíamos pensar. Se siente como si se le hubiera muerto a uno su padre o su madre, lo cual es bien indicativo de cómo se metió en el corazón de la humanidad por completo el papa Francisco».
«Seguro que está gozando ya de la presencia del Señor e intercediendo para que el camino que él inició, ese proceso como él habla, se continúe para bien de toda la humanidad». ac