Sí, un spin-off de Jon Snow es una tontería, pero no porque la octava temporada de GOT sea una porquería
Una secuela de Jon Snow se está preparando en HBO, lo cual es un riesgo y no parece una gran idea, pero no porque la octava temporada de Juego de Tronos, y en particular el final de la serie, fuera malo. Cuando Juego de Tronos terminó en 2019, parecía que esa sería la última vez que los espectadores verían a alguno de esos personajes en particular. Las precuelas parecían inevitables, y así ha sido; House of the Dragon se estrena en agosto de 2022, y se dice que HBO tiene otros proyectos en desarrollo, como 10.000 Ships y The Tales of Dunk and Egg. Lo que no se esperaba era la continuación de la historia de Juego de Tronos, pero resulta que Jon Nieve no era el único que no sabía nada.
Además de las series mencionadas (y otras más), se dice que hay una serie de continuación de Jon Snow en desarrollo. Hasta ahora se han confirmado pocos detalles, aunque se dice que el actor Kit Harington retomará su papel, cuyo nombre real es Aegon Targaryen. En el final de Juego de Tronos, Jon mató a Daenerys Targaryen (Emilia Clarke), por lo que fue enviado de vuelta a la Guardia de la Noche. Aunque se hizo bajo la apariencia de un castigo, estaba claro que era un final con el que el propio Jon estaba contento (aunque con algo de agridulce).
Con eso, el spin-off de Jon no es malo porque el final fuera tan odiado y sufriera tal retroceso, sino más bien lo contrario. La escena final de la serie vio a Jon dirigirse más allá del Muro con su Fantasma, Tormund Giantsbane (Kristover Hivju), y los otros salvajes restantes, y es esto lo que el spinoff trabaja en contra. Por su propia naturaleza, la secuela de Jon Snow tiene que cambiar esto de ser el punto final de su historia, y eso es un riesgo importante porque era tan perfecto. El final de Juego de Tronos fue controvertido, pero, a pesar de algunos saltos en la forma de llegar a él (incluyendo la ausencia de un requisito obvio para la Guardia de la Noche), el final de Jon más allá del Muro, un lugar donde encontró su primer y verdadero amor y otra familia, fue una de las conclusiones más adecuadas. No era algo que se insinuara o necesitara una continuación, pero eso es lo que está ocurriendo ahora.
El final de Jon Snow más allá del Muro significaba que su historia había cerrado el círculo y que, sobre todo, podía encontrar por fin una sensación de paz. Después de años de luchar, incluso de morir, y de tener que luchar un poco más, de perder a sus seres queridos por el camino y de elegir siempre lo correcto, esta era una oportunidad para que Jon simplemente viviera su vida. El final de Juego de Tronos de Jon sugirió una sensación de plenitud, aunque todavía con las muchas cicatrices que había recogido en el camino, y fue una nota conmovedora para terminar las cosas, en lugar de una que exige ser revisada. Su vida no había terminado, pero los espectadores se despidieron de él; revisitarlo parece un poco como hacer una secuela de El Señor de los Anillos mostrando a Frodo en las Tierras Imperecederas (algo que incluso J.R.R. Tolkien sólo tocó brevemente); claro que se puede hacer, pero ¿tiene mucho sentido?
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