Más de 2 millones de niños continúan sin poder acudir a la escuela en Pakistán debido a las devastadoras inundaciones que azotaron el país durante el monzón y que destruyeron o dañaron parcialmente cerca de 27.000 centros educativos, alertó Unicef este jueves en un comunicado.
Pese a que han transcurrido dos meses desde el fin de las fuertes lluvias, la organización advirtió que el nivel de las aguas en varias de las zonas más afectadas apenas deja distinguir la parte más alta de algunos colegios, por lo que se requerirá de semanas e incluso meses para poder acceder a ellos.
«Frente a la incertidumbre de cuándo podrán regresar a la escuela y después de haber soportado algunos de los cierres de escuelas más largos del mundo debido a la pandemia, (los niños) están experimentando otra amenaza para su futuro», dijo en el comunicado el Director Global de Educación de Unicef, Robert Jenkins, tras haber visitado el área.
Estos destrozos han agravado una situación que ya era frágil en la región, donde un tercio de los niños de los distritos afectados no acudían al colegio incluso antes de las inundaciones, mientras que el 50 % sufría retrasos en su crecimiento atribuidos a la desnutrición infantil.
«Nunca antes habíamos visto una situación peor en términos de que la educación se haya visto gravemente afectada, y no sabemos cuánto tiempo durará», dijo a Efe Muhammed Hanif, padre de un niño en edad escolar de la provincia meridional de Sindh.
Las autoridades de esta provincia, que resultó la más afectada, siguen tratando de drenar las aguas de las inundaciones, que sin embargo todavía están presentes en el 30 % del territorio, según medios locales.