(AP) — Los residentes del este de Atlanta recibieron nuevamente la advertencia el martes de que se refugien si los vientos cambiantes empujan la nube química aún ondulante de un incendio en una fábrica de cloro sobre su vecindario.
La orden de confinamiento en el condado de Rockdale había terminado el lunes por la noche, cuando el incendio químico provocó una enorme columna de humo naranja y negro en el cielo de Georgia el domingo. La gente se quejaba de un fuerte olor a productos químicos y de una neblina que se extendía a lo largo de varios kilómetros alrededor de la planta BioLab en Conyers, a unos 40 kilómetros al sureste del centro de Atlanta.
“Debido al clima, la columna de humo se está inclinando y se está moviendo por todo el condado. Si la nube se mueve sobre su vecindario, por favor, refúgiese en el lugar hasta que la nube se vaya”, dijeron los funcionarios del condado de Rockdale a los residentes en las redes sociales el martes por la mañana.
La ciudad de Atlanta dijo que sus bomberos continúan monitoreando las consecuencias e instó a cualquier persona con «irritación en la nariz, la garganta o los ojos, o dificultad para respirar» a llamar a la línea directa del Centro de Intoxicaciones de Georgia.
«Si no tiene que estar afuera, si no tiene que estar en la calle, quédese en casa», dijo el presidente de la Junta de Comisionados del Condado de Rockdale, Oz Nesbitt, en una conferencia de prensa el martes por la mañana.
El incendio fue controlado aproximadamente de las 4 p. m. del domingo, dijeron las autoridades, pero los bomberos seguían trabajando activamente el martes mientras el material que ardía seguía levantando una columna de humo blanco grisáceo. La contaminación «cambiaba constantemente» y, sin un fuerte viento predominante que la dispersara, una neblina maloliente se extendía por el área de Atlanta.
El sitio web de BioLab dice que es la división de cuidado del agua de piscinas y spas de KIK Consumer Products, con sede en Lawrenceville, Georgia. Los residentes de la zona expresaron su frustración porque los funcionarios de la empresa en sus declaraciones públicas no especificaron qué «productos» estaban quemando.
El departamento de bomberos de Atlanta dijo que estaba realizando pruebas para detectar la presencia de sustancias químicas, como cloro, sulfuro de hidrógeno y monóxido de carbono. La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos también ha estado realizando controles para detectar “cloro y compuestos relacionados”.
Los funcionarios federales están investigando qué provocó el incendio y cómo se ha manejado. El sistema de rociadores arrojó agua sobre los productos químicos que reaccionan con el agua alrededor de las 5 a. m. del domingo, dijo la jefa de bomberos del condado de Rockdale, Marian McDaniel. Había empleados dentro de la planta, pero no se reportaron heridos.
El domingo se ordenó la evacuación de los residentes al norte de la Interestatal 20, mientras que a otros se les indicó que se refugiaran en el lugar. Pero los residentes de los suburbios densamente poblados del este de Atlanta, en los condados de DeKalb y Gwinnett, también informaron haber visto una neblina o un fuerte olor a cloro.
El domingo, las autoridades de gestión de emergencias de DeKalb dijeron que los datos indicaban que era “poco probable que la contaminación del aire causara daños a la mayoría de las personas”. El comunicado de DeKalb decía que cualquier persona preocupada por respirar los productos químicos podía quedarse en casa, con sus casas selladas y los aires acondicionados apagados.
Una declaración de la EPA dijo que “el umbral de olor del cloro es muy bajo, lo que significa que las personas pueden olerlo en concentraciones muy bajas que no causan daño”.
Nesbitt se propuso realizar la conferencia de prensa al aire libre el martes por la mañana, para demostrar que “está bien que estemos aquí presentes”. Pero dijo que “esto ha sucedido demasiadas veces” y prometió trabajar con funcionarios estatales y federales para determinar qué se debe hacer con la planta, una vez que se resuelva la crisis inmediata.
También el martes, los abogados de Fannie y Albert Tartt de Conyers, Georgia, presentaron una demanda contra BioLab en nombre de las decenas de miles de personas que tuvieron que evacuar o refugiarse en el lugar, acusando a la compañía de “conducta imprudente y atroz”.
“Lo que es especialmente indignante es que los acusados ya han estado en esta situación antes, habiendo expuesto a esta comunidad de manera similar durante los últimos 20 años”, dijo el abogado Daniel R. Flynn, del bufete de abogados DiCello Levitt, uno de los varios involucrados en la demanda colectiva.
BioLab no respondió de inmediato a un correo electrónico solicitando comentarios sobre la demanda.
AC
