Las autoridades ucranianas proclamaron este sábado avances importantes en una contraofensiva sobre las fuerzas rusas en el noreste del país, asegurando que las tropas de Ucrania habían cortado los vitales suministros del Kremlin a la línea del frente.
El anuncio fue hecho tras varios días de aparentes avances de las tropas ucranianas al sur de Járkiv, la segunda ciudad más grande del país, en lo que podría ser el mayor éxito de fuerzas ucranianas en el campo de batalla desde que frustraron un intento ruso de tomar la capital, Kiev, al comienzo de la guerra de casi siete meses.
El Ministerio de Defensa de Rusia confirmó el sábado que está retirando sus tropas de dos zonas clave en la región ucraniana de Járkiv, donde la contraofensiva ucraniana ha realizado importantes avances en la última semana.
El portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov, dijo que las tropas se reagruparían desde las zonas de Balakliya e Izyum hacia la región de Donetsk. Izyum era una importante base de las fuerzas rusas en la región de Járkiv.
Konashenkov dijo que el retiro se ordenó “para lograr los objetivos declarados de la operación militar especial para liberar Donbás”, una de las regiones del este de Ucrania que Rusia ha declarado “soberana”.
La pretensión de retirarse para concentrarse en Donetsk es similar a la justificación que dio Rusia para retirar sus fuerzas de la región de Kiev a principios de este año.
Momentos antes, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Ucrania, Oleh Nikolenko, indicó que las tropas ucranianas habían retomado Kupiansk, una ciudad a lo largo de la principal ruta de suministro a Izyum, que desde hace mucho tiempo es uno de los objetivos de Rusia en el frente. La ciudad ha sido escenario de ataques de artillería pesada y otros combates.
Nikolenko tuiteó una foto que muestra a los soldados del 92do Batallón Mecanizado Separado de Ucrania frente a lo que dijo que era un edificio del gobierno en Kupiansk, 73 kilómetros (45 millas) al norte de Izyum.
Una imagen que circulaba el sábado en las redes sociales parecía mostrar a tropas ucranianas ante ese edificio. En ella, los soldados exhibían la bandera de su batallón en Kupiansk, a la orilla del río Oskil.
Horas antes el sábado, autoridades de defensa occidentales y analistas ya habían advertido que Ucrania habría perforado las líneas del frente ruso al sur de la segunda ciudad más grande del país, retomando miles de kilómetros cuadrados de territorio y amenazando con cortar las líneas de suministro del Kremlin.
Las tropas ucranianas habrían avanzado hasta 50 kilómetros (30 millas) al sur de Járkiv, en el noreste de Ucrania, estimó el Ministerio de Defensa de Gran Bretaña en una conferencia de prensa en línea.
Desde hace semanas, los funcionarios de Kiev se han mantenido callados sobre sus planes de una contraofensiva para recuperar el territorio invadido por Rusia a principios de la guerra, y han pedido a los residentes locales que se abstengan de compartir información en las redes sociales por temor a comprometer la operación en curso.
“Probablemente, las fuerzas rusas fueron tomadas por sorpresa. El sector estaba apenas ligeramente controlado y las unidades ucranianas han capturado o rodeado varios pueblos”, comentó el ejército británico. Agregó que la pérdida de Kupiansk afectaría en gran medida las líneas de suministro rusas en la zona.
Un centro de estudio con sede en Washington también se refirió el sábado a los enormes avances ucranianos y estimó que Kiev tomó alrededor de 2.500 km cuadrados (965 millas cuadradas) en su avance en el noreste.
El Institute for the Study of War (Instituto para el estudio de la guerra) dijo en un reporte que parecía que las “desorganizadas fuerzas rusas (estaban) atrapadas en el rápido avance ucraniano”, y citó imágenes publicadas en redes sociales de presuntos prisioneros rusos detenidos en el avance en torno a Izyum y localidades próximas.
Ese informe explicó también que las fuerzas ucranianas “podrían hacer colapsar las posiciones en torno a Izyum si cortan las líneas de comunicación terrestre” al norte y al sur de la ciudad.
Los combates en el este se producen en medio de la ofensiva en marcha en torno a Jersón, en el sur del país. Los analistas indican que Rusia podría haber trasladado soldados desde el este para reforzarse en torno a Jersón, brindando a los ucranianos la oportunidad de golpear una línea debilitada del frente.
El ejército ucraniano fue más cauto sobre sus supuestos avances y en su informe diario afirmó que tomó “más de 1.000 kilómetros cuadrados” (386 millas cuadradas) de las fuerzas que apoyan al Kremlin desde el inicio de su esperada contraofensiva esta semana.
“En algunas zonas, las unidades de las Fuerzas de Defensa han penetrado en las defensas enemigas hasta una profundidad de 50 kilómetros”, añadió la nota, lo que estaría en línea con la valoración británica, pero no ofreció datos geográficos.
Moscú no reconoció ni comentó de inmediato las afirmaciones de Ucrania y sus aliados occidentales.
Por otra parte, los servicios de emergencia ucranianos reportaron la muerte de un civil en un ataque ruso con misiles en la región de Járkiv durante la noche.
La rama regional del Servicio de Emergencias del Estado dijo que el cuerpo de una mujer de 62 años fue encontrado enterrado entre los escombros de su casa, que fue arrasada por el ataque.
El gobernador regional, Oleh Syniehubov, también acusó a Moscú de golpear los asentamientos recuperados por Kiev en sus recientes avances, junto con otras zonas residenciales de la región.