En Venezuela, las personas con discapacidad están viviendo en este momento una situación verdaderamente dramática, al extremo de que ya muchas de ellas están incluso al borde de la indigencia.
Quien así se expresó para EL INFORMADOR VENEZUELA fue Carlos Acevedo, abogado invidente y secretario de Relaciones Institucionales de la Asociación de Ciegos del estado Lara (ARCEL), y, además, vicepresidente de la Fundación Viviendo con Discapacidad.
Para plasmar públicamente tan dura realidad, Acevedo se acercó a nuestras oficinas de redacción, apenas acompañado de su inseparable bastón y luciendo sus lentes oscuros.
Destacó el visitante que, ciertamente, hoy rige en Venezuela una Ley sobre Personas con Discapacidad, que supuestamente protege y hace regir los derechos de las personas de tal condición.
–Nada más alejado de la realidad –destacó—, pues, si bien es cierto que existe esa ley, que en teoría es maravillosa, en la realidad, en la práctica, es muy poco o nada de lo que allí se establece, que se cumpla.
–Y lo digo, en primer lugar, por nosotros los invidentes, que, hoy más que nunca, estamos ahora en el más completo abandono, o discriminación –o como se le quiera llamar–, en los diferentes campos: En el laboral, en el cultural, en el académico, en el de la salud, en lo alimentario, en los deportes, y pare usted de contar.
Sólo excepciones
–Por supuesto –recalcó luego–, ciertamente, hay excepciones de la regla, pero son eso: Excepciones, y muy pocas, por cierto.
–Hemos llegado al extremo de que son incontables los venezolanos con discapacidad –hombres y mujeres, y hasta niños— que carecen de vivienda, de calzado, de vestimenta, de alimentos y, por supuesto, qué decir de las medicinas.
-Incluso, cómo será la discriminación de que somos objeto, que hasta una modesta partida de ayuda que teníamos asignada por un organismo público para gastos de funcionamiento de nuestra sede en esta ciudad, incluido pago de personal, nos fue eliminada.
–Y hablo no solamente por nosotros los invidentes, sino también por los venezolanos con otras discapacidades, que igualmente se hallan en una situación muy parecida.
Contingencia
–Qué tristeza da –enfatizó más adelante— cuando alguna persona con discapacidad requiere inesperadamente de algunos recursos económicos para hacer frente a cualquier contingencia, y entonces se ve obligada a hacer, como pueda, rifas o vendimias, o incluso hasta a salir a la calle a pedir.
–Por lo tanto, hago un público llamado a los organismos oficiales aquí en Lara localizados, y hasta al sector privado, para que atiendan como debe ser a esta gravísima y dramática situación por la que nos hallamos pasando en este momento quienes estamos afectados de alguna discapacidad.
Apuntó que si algún funcionario público, o alguien del sector privado, lo desea, puede comunicarse con él a través de los números (0426) 7180649 y (0426) 0636370.
–O igualmente acudir a la sede de la ARCEL, en la calle 25 con carrera 18, edificio La Logia, piso 1, aquí en Barquisimeto, o a la sede de la Fundación Viviendo con Discapacidad, en la transversal 3, casa Nº 355, en la Urbanización Patarata Dos, también en Barquisimeto, teléfono Nº (0426) 7262245.
Reinaldo Gómez
