No ‘bote’ a sus viejitos…, manténgalos con usted
Para algunas familias, los ancianatos o las casa hogar son una opción cuando les resulta difícil atender a un adulto mayor, o simplemente, porque les resulta más cómodo.
Probablemente no sepan lo que sienten los abuelos cuando son separados de su ambiente y de su entorno familiar. Si lo supieran, quizá no tomarían esa decisión.
El psicólogo Alejandro Castro explica que, entre los primeros síntomas que puede experimentar un adulto mayor al ser ingresado a un ancianato son: sentimiento de desesperanza, incertidumbre y depresión. “Y podríamos incluso agregar complicaciones médicas surgidas en el proceso”, acotó el especialista, quien expresó su desacuerdo a la reclusión en casas de atención.
Para esta investigación, el equipo periodístico de El Informador Venezuela recorrió algunos de estos sitios en Barquisimeto y conversó con sus responsables, quienes también –con mayor o menor expresividad- manifestaron que lo mejor es mantener en casa a los abuelos.
Annelys Acosta, fundadora de la Casa Hogar Dr. José Gregorio Contreras, fue clara al sentenciar: “no institucionalicen a su adulto mayor, luche con él hasta el final”. Tiene muchos años al frente de este refugio ubicado en la calle 48, donde también atiende niños, para lo cual hace una labor titánica que comparte con colaboradores y que depende en gran medida de la caridad.
No es fácil dar abrigo, hogar y familia a quienes lo perdieron todo por alguna circunstancia, dice, acotando que casi todos los abuelos allí, fueron abandonados por sus familias. Por eso su vehemencia al pedir: no los abandonen.
Alimentos y medicinas son las necesidades fundamentales en todos los ancianatos visitados. No sólo son alimentos de la cesta básica, sobre todo las proteínas, también son esenciales los artículos de limpieza, tanto como pueden serlo los ansiolíticos, psicotrópicos, anticonvulsivos, antidepresivos, diuréticos y tratamientos para el Alzheimer.
En Mis años de Vida, ubicado en la Urb. Gil Fortoul, agregaron a esa lista los infaltables pañales y elementos para el aseo personal. La limpieza y el higiene son fundamentales, y es quizá una de los labores más complicadas de los colaboradores de estos sitios, donde se trabaja por muy poco o ningún sueldo. Sólo por amor al prójimo…, y a Dios, como dijeron algunos entrevistados.
En estos y otros hogares coincidieron en reconocer los aportes recibidos de la Reserva Activa, así como de ciertos organismos públicos. Asimismo, organizaciones benéficas, iglesias, grupos farmacéuticos y la comunidad, son importantes donadores, pero explican que un ancianato consume demasiado, incluso más que una guardería infantil.
De allí que, agradeciendo todo cuanto reciben, no dejaron de expresar lo necesario que es recibir insumos con la mayor frecuencia posible. Es una lucha constante, dijeron, que incluye dar el amor y la calidad de vida que merecen estas personas en sus últimos años, aunque en algunos casos, sus familiares hayan decidido lo contrario.
María Fabiana Carreño
Fotos: Ángel Zambrano
