Latinoamérica «necesita una mayor integración» para afrontar de la manera correcta el fenómeno del hambre, que en 2021 volvió a crecer por sexto año consecutivo hasta alcanzar por arriba del 8 % de la población total, dijo recientemente el nuevo representante de FAO para América Latina, Mario Lubetkin
En la primera entrevista concedida tras asumir el cargo el pasado lunes 1 de agosto, el responsable de nacionalidad uruguaya insistió en que «no es para nada suficiente la colaboración que hay actualmente. La región tiene que jugar globalmente para enfrentar este tema. El camino es ese, y no hay otro», subrayó desde su nueva oficina en Santiago de Chile, citó Efe.
La pandemia de la Covid-19, los efectos del conflicto bélico que se libra en territorio de Ucrania, el escenario inflacionario y el impacto del cambio climático hacen necesario «establecer acuerdos y materializar cambios», advirtió el funcionario, que mantendrá también su cargo como subdirector general de FAO.
«El semáforo del hambre en la región está amarillo fuerte (…) Los márgenes se van achicando, los números van a contrasentido de los objetivos y los riesgos están creciendo cada día», alertó el uruguayo, experto en comunicación y miembro de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) desde 2014.
Aun así, dijo, «todavía no es tarde y la situación no es irreversible si se conjugan una serie de elementos».
Según las últimas cifras el organismo, el hambre se elevó en 2021 hasta afectar a 56,5 millones de personas -el 8,6 % de la población regional-, cuatro millones que en 2020, cuando por culpa de la pandemia del Covid-19 las cifras dieron su mayor salto en 20 años.
Fuente: El Universal
Foto: AP