A pocos días del 24 de diciembre, el centro de Barquisimeto se ha transformado en un hervidero humano. Desde la emblemática avenida 20 hasta la carrera 21, el panorama es de aceras abarrotadas y vitrinas que desafían la lógica económica del país. Pese a las dificultades, el barquisimetano se niega a dejar morir la tradición.
En este contexto, las aplicaciones de microcréditos, bajo la modalidad de «compra ahora y paga después», se han transformado en el salvavidas de la temporada. Numerosos compradores aseguran que, sin estas plataformas, sería imposible costear el estreno de ropa para los niños o el calzado. Estas herramientas ofrecen la posibilidad de dividir los pagos, evitando un impacto significativo en el presupuesto familiar.

La dinámica comercial en la capital larense también respira gracias al apoyo de la diáspora. La pregunta: ¿Aceptas Zelle?, era recurrente previo a decidir la compra.
De manera que, las comprar navideñas se financian en gran medida desde el exterior. Los familiares que emigraron y envían un dinero “extra” para que la cena navideña los estrenos no desaparezcan de las tradiciones del los guaros.

Durante el recorrido realizado por El Informador Venezuela en el centro de la ciudad, se pudo notar un cambio en el comportamiento de los consumidores. Las compras impulsivas han quedado en el pasado, dando paso a una búsqueda más detallada del mejor precio, es decir, aquel que sea más económico y garantice un producto de calidad, comentó una compradora mientras tomaba pequeños sorbos de agua.