Giza, Egipto. Bajo la imponente sombra de las pirámides milenarias, Egipto ha desvelado su joya más preciada: el Gran Museo Egipcio (GEM), inaugurado el 1 de noviembre de 2025 en una ceremonia que fusionó historia, tecnología y diplomacia global.
Con un espectáculo de drones que recrearon máscaras faraónicas, orquestas internacionales y fuegos artificiales iluminando el desierto, el país del Nilo celebró un renacimiento cultural que enlaza el legado de cinco milenios con la visión de un futuro pacífico.
Este coloso de 500.000 metros cuadrados, el más grande del mundo dedicado a una sola civilización, alberga más de 100.000 artefactos, desde las estatuas monumentales de Ramsés II hasta el tesoro completo de Tutankamón, exhibido íntegramente por primera vez desde su descubrimiento en 1922.
“Estamos escribiendo un nuevo capítulo de la historia”, proclamó el presidente Abdelfatah al Sisi durante el evento, calificando el museo como un símbolo de “cooperación, paz y estabilidad” en medio de un contexto regional desafiante.
La velada, que se extendió durante tres días y fue transmitida en directo a ciudades como Tokio, París y Nueva York, reunió a 39 jefes de Estado y representantes de 79 países. Entre los asistentes destacados figuraron el rey Felipe VI de España, el presidente Gustavo Petro de Colombia, la reina Rania de Jordania, el rey Felipe de Bélgica y la reina Mary de Dinamarca.
Al Sisi colocó la “última piedra” simbólica, que se iluminó en el acto para representar cómo “el silencio de las piedras ilumina el futuro”.
Tras dos décadas de construcción, marcadas por revoluciones, pandemias y conflictos, el GEM —con una inversión superior a 1.000 millones de dólares— abrirá oficialmente sus puertas al público el 4 de noviembre. Con galerías interactivas, laboratorios de restauración de última generación y vistas directas a las pirámides de Giza, el museo aspira a atraer cinco millones de visitantes anuales, impulsando un turismo que ya ha crecido un 21% en 2025.
Egipto no exhibe su pasado y reclama su papel como puente civilizatorio entre Oriente y Occidente. En palabras de Al Sisi, “este museo es un faro para los amantes de la vida que creen en la humanidad”.
Un tesoro que, desde Giza, invita al mundo a redescubrir la eternidad.
Fotos: afpnews