La Asamblea Nacional de Francia ha dado un paso significativo hacia la legalización de la eutanasia, aprobando en primera lectura una proposición de ley que permitirá a los enfermos incurables que sufren de manera insoportable optar por este derecho. Con un voto de 305 a favor y 199 en contra, este histórico resultado allana el camino para un debate más profundo en el Senado este otoño, antes de regresar a la Asamblea para una segunda lectura, prevista para principios de 2026.
La ministra de Sanidad, Catherine Vautrin, subrayó que, aunque se ha avanzado, aún queda «un largo camino por recorrer» en el Parlamento. Su enfoque está en buscar un consenso amplio que permita abordar esta sensible cuestión con la seriedad que merece. Además, los diputados franceses han demostrado su compromiso con la atención médica integral al aprobar un proyecto de ley que asegura el acceso a los cuidados paliativos para todos los enfermos que los necesiten.
Este avance legislativo ha sido respaldado principalmente por la izquierda y el centro macronista, mientras que la derecha conservadora mostró su oposición, aunque con algunas excepciones que permitieron libertad de voto a sus miembros. La proposición ha tenido un camino complicado desde su inicio en 2022, interrumpido por las elecciones anticipadas de 2024, pero finalmente ha logrado avanzar.
La nueva norma abre la puerta a la ayuda activa para morir para aquellos pacientes en fase avanzada de enfermedades graves que puedan expresar su voluntad de manera libre y consciente. Sin embargo, es importante señalar que esta legislación no incluye a pacientes en coma o aquellos con Alzheimer profundo que no puedan dar su consentimiento en el momento de la aplicación, marcando una diferencia con respecto a otros países europeos que ya han legalizado la eutanasia.
