Nayib Bukele afirmó el miércoles 1 de junio que El Salvador está a punto de ganarle la guerra a las pandillas, a las que responsabiliza de la mayoría de los crímenes que se cometen el país, y arremetió contra sus opositores y las organizaciones internacionales que han denunciado graves violaciones a los derechos humanos durante el régimen de excepción.
“Estoy aquí para decirles a todos algo que muchos pensaron que era imposible: estamos a punto de ganar la guerra contra las pandillas”, dijo Bukele durante la presentación del informe de su tercer año de mandato ante el Congreso.
El presidente rindió el informe en pleno estado de excepción, aprobado por el Congreso después de registrar 62 homicidios el 26 de marzo, un nivel de criminalidad que no se había visto en años en esta pequeña nación centroamericana asediada por las maras, o pandillas.
Desde el 27 de marzo, cuando se decretó el estado de excepción, las autoridades dicen haber capturado a 36.277 presuntos pandilleros, en un país de solo 6,5 millones de habitantes. Según la información oficial, los jueces han decretado detención provisional para 25.855 personas acusadas de delitos como homicidio, extorsión, posesión de armas, agrupación ilícita o de colaborar con las pandillas
El estado de excepción limita la libertad de asociación y suspende el derecho de una persona a ser debidamente informada de sus derechos y motivos del arresto, y a recibir la asistencia de un abogado. Además, amplía de 72 horas a 15 días el plazo de detención administrativa y permite a las autoridades intervenir la correspondencia y celulares de quienes consideren sospechosos.
Los activistas de derechos humanos que han denunciado abusos por parte de los cuerpos de seguridad y dicen que documentaron más de 500 capturas arbitrarias, rechazaron la extensión de las medidas de excepción ya que aseguran viola la constitución.
Sin embargo, varias encuestas, entre ellas del Instituto Universitario de Opinión Pública (Iudop) de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA), dicen que más del 80% de la población aprueba el régimen de excepción y la lucha contra las pandillas.
Las mismas encuestas señalan que, a pesar de las críticas de los defensores de los derechos humanos y de la comunidad internacional, Bukele cumple su tercer año de gobierno con una popularidad de más del 80%.
En su informe, trasmitido a la nación por la radio y la televisión estatales, Bukele afirmó que El Salvador está muy cerca de vivir una nueva realidad que le ha sido negada durante décadas, “tener un país sin pandillas”.
Aseguró que las maras controlaban el 80% del territorio y que tenían a sus órdenes a jueces y fiscales: “Tenían facilidades para hacer lo que querían”.
El discurso del mandatario fue interrumpido varias veces por sus simpatizantes, que ocuparon la segunda planta de la sala y gritaban “Nayib, amigo, el pueblo está contigo”.
Al destacar los logros de su gobierno, que comenzó el 1 de junio de 2019, sostuvo que nadie puede negar que en tres años “le hemos arrebatado a los poderes fácticos su autoridad y se la hemos dado al pueblo, como lo prometí”.
Bukele aprovechó para arremeter contra organismos y la comunidad internacional, que han denunciado graves violaciones de los derechos humanos durante el régimen de excepción, y apuntó que: “Hoy tienen que saber que El Salvador es un país soberano, aquí vamos a tomar las decisiones que consideramos correctas para nosotros y el futuro”.