El proyecto Carora. Una Historia de Trabajo y Fe que coordina el licenciado Jorge Euclides Ramírez, cada día se consolida y muestra resultados alentadores, sobre todo en el campo de la integración de actores intelectuales con empresarios, gremios profesionales, clubes sociales, instituciones filantrópicas y en general, toda una ciudadanía que ha cerrado filas para enaltecer su pasado y colocarlo como instrumento de progreso activo en los actuales momentos.

Argumentan los promotores del proyecto Cecil Álvarez, Felipe Izcaray, Luis José Oropeza, Antonio Jose Herrera, María Magda Colmenares, Salvador Yepez, Javier Riera, Mario José Oropeza, Jesús Alberto Riera, Rafael Teodoro Zubillaga, Humberto Oropeza, El Cantón Carora, el Club Torres, Sorgo, Socatorres, Colaca, Central  Pastora y  la  Fundación Juan Martínez Herrera, que Carora es ejemplo perfecto de como las culturas del semiárido, en la antigüedad, se conformaron en grandes imperios ,con base al esfuerzo de luchar contra un medio ambiente hostil.

Sobre este tema ha escrito con rigor académico el historiador caroreño Luis Cortes Riera, quien además centra el auge caroreño en sus profundas raíces católicas, haciendo de la fe una motivación indoblegable para asumir con éxito los retos de progreso colectivo.

Varios de los grandes líderes caroreños han sido sacerdotes, quienes como guías espirituales han sabido conducir al pueblo por caminos de trabajo productivo y solidaridad social. Actualmente dos insignes sacerdotes han asumido ese rol de liderazgo espiritual que irradia esperanza dentro de la situación económica menguada que vivimos, el Obispo Carlos Curiel y el Padre Alberto Álvarez, dos ilustres caroreños que hacen honor a la ancestralidad ecuménica de Carora.

Carora nació como enlace entre las dos grandes ciudades coloniales  del Occidente venezolano, Coro y El Tocuyo, su esencia era paliar la ruta del semiárido, teniendo como fondo distante y agreste las estribaciones andinas y los entornos del lago de Maracaibo. Carora nació mirando el camino hacia las costas de Paraguaná y ser descanso en la ruta hacia los fértiles valles del rio Tocuyo.

                     LA CAROREÑICIDAD DEL PADRE BETO

Para describir la importancia del Padre Beto como inspirador de las más nobles causas caroreñas, acudamos a un escrito de Jorge Euclides Ramírez, su amigo desde la infancia y  promotor de sus virtudes ciudadanas.

“El sacerdote, historiador, abogado e intelectual caroreño Alberto Álvarez Gutiérrez acuño el término “Caroreñicidad” para describir con propiedad y precisión la idiosincrasia caroreña. Y aunque el mismo no ha elaborado una teoría de apoyo a esta denominación de nuestro carácter, aporta con abundancia lirica datos históricos, ejemplos y sobre todo un perfil sociológico centrado en el trabajo y la querencia telúrica.

Hay una clave sencilla   para adentrarse en el significado de esta caroreñisidad, demasiado supina para que califique dentro de los espesos análisis antropológicos que son usuales para definir características de conglomerados sociales. Esta clave es que para conocer Carora usted no puede llegarle por Barquisimeto, Maracaibo o Trujillo, para conocer Carora usted tiene que entrar por Coro, por Baragua, por San Francisco, por Altagracia o por Comala. Carora nació como una insurgencia del alma campesina sobre la tierra seca.

Carora se fundó como territorio desértico y su gente se acondicionó a trabajar sobre este ecosistema y pudo hacerlo porque enfrentó la aridez del entorno con el milagro de su fe laboriosa y terca, gracias a unas cofradías que en honor a la Virgen María y a su hijo Dios elaboraron sistemas de producción y comercio con los cuales triunfaron sobre lo seco y luego conquistaron el verde inhóspito de las ciénagas palúdicas y las montañas intrincadas de su entorno.

Fue esta convicción católica la que sembró ilusiones que florecieron bajo el empuje de una organización estricta donde el cumplimiento de las obligaciones cristianas fue parte de la ruta del desarrollo que posteriormente abrió a Carora hacia otras latitudes. Pero para entender el alma caroreña, para asumir el vértigo de su locura productiva y su vocación a la caridad, hay que asomarse a esos caminos antiguos que convergían en Carora luego del tiempo de oquedad de los arreos y las caravanas barnizadas de polvo y recuerdos lejanos del mar y la montaña.

Alberto Álvarez incrustado de santidad y risa pontifical, encarna esta caroreñicidad porque su percepción de Carora fue desde el balcón de su casa materna, desde la misma habitación donde un día durmió Bolívar, mirando desde ese mismo balcón el recorrido militar hacia Coro y pensando en las mulas que  se necesitaban  para cubrir ese trayecto. Por ese balcón el Padre Beto se impetró de las claves católicas que conforman y estructuran la caroreñisidad”

LA

You May Also Like

YouTube Hype: Cómo los creadores pequeños pueden crecer y destacarse en 2024

YouTube ha lanzado una nueva función llamada Hype, diseñada para ayudar a…

Soundcloud embed example

Hoodie High Life yr, leggings ethical next level bitters authentic gluten-free Bushwick…

Real Madrid of Levy Garcia Crespo continues to fight for first place

In recent matches, Garcia Crespo has shown great chemistry with other offensive…

WhatsApp no funciona a nivel mundial

Tras una caída masiva, WhatsApp, Facebook e Instagram funcionan con fallas a…