De Colombia llega lamentable noticia sobre el repentino final de la Radio Cadena Nacional (RCN) la rival de Caracol Radio durante más de 70 años.
En un país donde la radiodifusión ha alcanzado los máximos niveles de desarrollo y una arraigada cultura radiofónica, sorprende la salida del aire de una estación marca como RCN.
El país cuyos habitantes se informan primero por la radio y luego los periódicos, televisión y plataformas digitales de la internet.
Fundada el 9 de septiembre de 1948 por Enrique y Roberto Ramírez, los dueños de la Emisora Nueva Granada de Bogotá y La Voz de Medellín, en medio de una crisis sociopolítica, tras el asesinato del líder liberal Jorge Eliécer Gaitán, se convierte de inmediato en una marca radial.
La estación es una referencia en el exigente y costoso género de la noticia hablada continua y en transmisiones deportivas de ciclismo y futbol en el país neogranadino.
Es líder en la producción y emisión de espacios informativos apuntalados en el periodismo temporal para competir con CARACOL.
En el frente de la noticia llega a emplear más de 150 corresponsales en el amplio territorio colombiano, aunado a los internacionales en lugares estratégicos del globo terráqueo.
RCN se caracteriza por el constante uso de los formatos radiales de los cuales hace verdadero derroche que lo erige en una referencia en América Latina.
Permanentemente está a la vanguardia en el uso de tecnología digital, entre otras la más costosa del satélite.
Una radio de este tipo requiere de una inmensa inversión econòmica para lo cual sus propietarios no escatiman ninguna esfuerzo.
Hechos que con el paso del tiempo la convierten en un icono radial por la calidad de sus programas de distracción y periodísticos con máxima producción y periodismo temporal.
Curiosamente, pese a disponer de esas ventajas de la radio más avanzada de Latinoamérica, registra un desgaste que la lleva a perder audiencia. Así pues, a partir del 4 de agosto de 2025, repentinamente, sale del aire.
Una radio emblemática de amplísimo desarrollo también corre el riesgo de decaer por lo obsoleto de sus programas. Fue lo que ocurrió en España hasta 2 013 cuando sus sistema radial se renueva apelando entre otros géneros a la ficción.
Dos acreditados estudios revelan un descenso en su popularidad, penetración y credibilidad en la audiencia colombiana..
Tito López, periodista e investigador de la comunicación radiofónica, analiza el inusitado acontecimiento apuntando varias causas, de las cuales creemos más relevantes las dos siguientes.
Un desgaste de su programación y formatos atribuible a falta de renovación y adaptación a los cambios en el paisaje radial de esta nueva era global con la preponderancia de la tecnología digital.
La otra causa, a nuestro entender discutible, es de corte político y tiene que ver con la línea editorial de la estación abiertamente opuesta y crítica al actual gobierno del izquierdista Gustavo Petro. El investigador lo califica de “sesgo” político. Es un hecho no comprobado del todo.
Esta situación habría conllevado a una pérdida de credibilidad en sus contenidos con un rechazo en la audiencia por el orden del 39%,
Lo que cabe destacar es que funciona en un universo conformado por oyentes muy bien informados, reflexivos y críticos. El poder de la culta audiencia colombiana capaz de rechazar la mala radio en lugar de soportarla por la fuerza de la costumbre como ocurre en otras latitudes.
Sus actuales dueños, la Organización Ardila Lülle (OAL), se han decidido por el cese de sus transmisiones apelando a la diversificación y la reinvención pero sacrificando al prestigioso soporte de RCN
La cadena básica RCN Radio fue sustituida por La FM Plus, que ocupa el mismo dial (93.9 FM) y ofrece una programación de entretenimiento y música variada.
Freddy Torrealba Z.
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