Algunos miembros de la administración del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, se encuentran cada vez más preocupados porque su plan para limitar el precio máximo del petróleo ruso puede resultar contraproducente, debido al sorpresivo recorte de la producción aprobado por la OPEP y sus aliados, de acuerdo a la agencia económica Bloomberg.
El plan de Washington busca mantener una cantidad determinada de crudo ruso en el mercado mundial a un valor establecido, para evitar el incremento de los precios, a escala global pero la propuesta tuvo dificultades desde el principio y ha sido objeto de intensas negociaciones diplomáticas entre EEUU y sus aliados de la Unión Europea, detallaron fuentes familiarizadas con el asunto.
Las perspectivas de esa iniciativa se vieron potencialmente socavadas por la decisión de la OPEP+ de reducir la producción de petróleo en dos millones de barriles diarios. No obstante, el plan inicial del gobierno estadounidense sigue en pie y cuenta con un amplio apoyo entre sus partidarios, tanto en Washington como en Bruselas, agregaron.
