El futuro de alguien depende, en gran parte, del lugar donde nazca. Y hacerlo en Arabia Saudí, siendo mujer, significa tener menos derechos que los hombres.
Pese a la constante y gran evolución experimentada por la sociedad en materia de igualdad, hay países en las que aún queda un arduo camino por recorrer.
Tras el millonario fichaje de Cristiano Ronaldo por Al-Nassr FC, Georgina Rodríguez tendrá que adaptarse a las condiciones que imponen para poder permanecer en la nación oriental.
Arabia Saudí es un país musulmán con estrictas normas que distan mucho de las que imperan en territorio occidental. Y aunque llega como extranjera, la mujer del astro portugués tendrá que dejar atrás, durante su estancia allí, las costumbres que ha adquirido en los países en los que ha vivido.
Pese a que el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación explica que las mujeres no tienen que llevar de carácter obligatorio la abaya -la túnica oscura y larga que llega hasta los pies- si que «es conveniente vestir con modestia y decoro».
De esta forma, Georgina tendrá que utilizar ropa holgada en las que no se marque ninguna parte de su figura y que esconda su escote.
Este Departamento de la Administración General del Estado recoge otros usos sociales que Rodríguez -también Cristiano Ronaldo- tendrá que cumplir si no quiere ser sancionada.
«La importación y consumo de alcohol, drogas -se trata de un delito penado con cárcel- y productos derivados del cerdo están estrictamente prohibidos.
Está prohibida también cualquier manifestación pública de carácter religioso no islámico, así como el proselitismo», aseveran mientras añaden que, en el mes de Ramadán, «no se puede comer, beber o fumar en público durante el día».
Las autoridades competentes podrán «revisar los ordenadores personales a la llegada al aeropuerto» y retener «documentos audiovisuales, así como los libros, revistas y fotografías».
Cuando ambos se dediquen a hacer turismo tendrán completamente prohibido «fotografiar instalaciones oficiales como bases militares o edificios gubernamentales».
«Las autoridades saudíes también son muy sensibles ante fotografías que puedan dar una mala imagen del país. No deben realizarse fotografías de personas sin consentimiento previo, y en ningún caso deben tomarse fotografías de mujeres», añaden desde el Ministerio.
Otra norma que imponen desde Arabia Saudí es la prohibición de convivencia entre parejas que no están casadas.