Lo que para un usuario de teléfono en Caracas puede significar que un mapa cargue lento, para un avión a 30.000 pies implica la posible pérdida de navegación satelital, problema lo suficientemente grave como para evitar el espacio aéreo venezolano
Foto: captura de pantalla Flightradar24
Una persistente interferencia electromagnética se extiende sobre el Caribe y convierte el espacio aéreo de Venezuela en una zona de alto riesgo para la aviación comercial, reveló este jueves Bloomberg en un informe basado en análisis de datos satelitales y reportes aeronáuticos.
Lo que para un usuario de teléfono en Caracas puede significar que un mapa cargue lento, para un avión a 30.000 pies implica la posible pérdida de navegación satelital, problema lo suficientemente grave como para desviar o cancelar vuelos.
De acuerdo con los datos citados por el medio, la perturbación comenzó a intensificarse semanas antes de que la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos emitiera hace una semana la advertencia sobre “mayor interferencia” en la región.
Desde entonces, aerolíneas como Avianca, Iberia y Gol suspendieron sus rutas hacia Caracas, mientras que las compañías venezolanas continúan operando bajo supervisión del Estado.
Patrón asociado a zonas de conflicto
La interferencia afecta al Sistema Global de Navegación por Satélite, que engloba GPS, Galileo y Glonass. Es la misma tecnología que guía aviones, embarcaciones y teléfonos celulares.
Los datos de la constelación Cyclone Global Navigation Satellite System de la NASA muestran un patrón de ruido electromagnético sobre Venezuela muy superior al registrado en el mismo período de 2024, indicó Bloomberg.
“Los altos niveles de interferencia de GPS suelen estar asociados a zonas de conflicto militar”, explicó Dana Goward, presidenta de la Resilient Navigation and Timing Foundation, a Bloomberg.
Casos similares se han reportado en Europa del Este desde la invasión rusa de Ucrania.
Las cifras aportadas por Spire Global muestran que incluso antes de la alerta de la FAA más de 10% de los aviones que sobrevolaban Venezuela reportaban “degradación” en la integridad de la navegación a través del sistema ADS-B, esencial para el control de tráfico aéreo.
El aumento de las perturbaciones coincide con la presencia reforzada de fuerzas estadounidenses en el Caribe, lo que incluye ataques contra embarcaciones presuntamente vinculadas al narcotráfico -más de 80 personas han muerto en esas operaciones- y la reciente llegada del portaaviones USS Gerald R. Ford, el más grande del mundo.
Expertos consultados por el medio también señalan que las flotas navales suelen desplegar bloqueadores de GPS para protegerse de drones o ataques electrónicos.
A esto se suma que Venezuela ha considerado por años la interferencia satelital como parte de su defensa, especialmente desde el supuesto atentado con drones contra Nicolás Maduro en 2018,evento que impulsó la expansión de sus capacidades de guerra electrónica con apoyo de técnicos rusos.
