Los inmigrantes en los Estados Unidos cada vez tienen más cuesta arriba mandar remesas a los diferentes países de Latinoamérica debido a que sus ahorros van menguando a medida que aumentan los precios de la comida y la energía, esto debido a la inflación que se presenta en la nación de Norteamérica, la más alta vivida desde 1981 durante el mandato de Ronald Reagan.
«La inflación de los Estados Unidos está mermando la capacidad de gasto de las personas. Es como si la gente se hubiera empobrecido y eso disminuye la cantidad de dinero que pueden enviar al exterior», indica el profesor de economía para la Universidad de Nueva York, Nicholas Economides.
Según un estudio de la empresa de remesas WorldRemit, 78 % de los inmigrantes encuestados que viven en Estados Unidos han notado un incremento en el costo de vida; como resultado, 63 % envían dinero al extranjero a menos personas como resultado del aumento del costo de vida y 74 % ahora solo lo envía a los familiares más cercanos.
«Lo primero que nos dijeron nuestros usuarios es que antes de sacrificar el dinero que envían a sus familiares, están cambiando sus hábitos de consumo en Estados Unidos; por ejemplo, en lugar de salir a un restaurante, ahora tratan de cocinar en casa para gastar menos y seguir cumpliendo con sus obligaciones», indica a Efe Jorge Godínez, director de WorldRemit para las Américas.
Fuente: El Nacional