A pesar de la crisis política en Venezuela, marcada por el no reconocimiento de varios países a los resultados de las elecciones presidenciales del 28 de julio, la exportación petrolera del país se ha mantenido activa. Los tanqueros continúan zarpando de puertos venezolanos, principalmente con destino a Estados Unidos, transportando crudo y asfalto. Desde el 29 de julio, se han registrado 12 buques que han partido hacia EE. UU. desde los muelles de Jose, Amuay y Puerto La Cruz, cargando petróleo de las empresas Chevron y Repsol.
La administración de Nicolás Maduro ha rechazado las afirmaciones de voceros del gobierno de Joe Biden, quienes sugieren que el candidato opositor Edmundo González Urrutia podría haber ganado las elecciones. Sin embargo, Petróleos de Venezuela (Pdvsa) sigue exportando hacia su principal comprador histórico, EE. UU., a pesar de las tensiones políticas y las sanciones impuestas.
Además de los envíos a EE. UU., otros tanqueros han zarpado hacia países como Cuba, Bélgica, Colombia, España, Malasia, y naciones con las que Venezuela ha roto relaciones diplomáticas, como Panamá y República Dominicana. Un experto petrolero ha señalado que Pdvsa necesita continuar facturando, especialmente tras el escándalo de corrupción conocido como Pdvsa Cripto, que resultó en la pérdida de miles de millones de dólares.
La Oficina de Información de Energía de EE. UU. ha reportado un aumento en las exportaciones de crudo venezolano, en parte gracias a la flexibilización de sanciones y a licencias otorgadas a Chevron y Repsol para operar con Pdvsa. Aunque Venezuela ha caído en su posición como proveedor de crudo a EE. UU., actualmente ocupa el sexto lugar, lo que resalta la importancia del mercado norteamericano para su economía petrolera.
