Las autoridades venezolanas denunciaron este jueves 2 de octubre, el despliegue de aviones de combate de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos cerca de su territorio, en el marco de las operaciones militares estadounidenses emprendidas en las últimas semanas en el Caribe, donde llegaron a atacar supuestas narcolanchas.
El ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino, aseguró que el sistema de defensa aérea detectó cinco aeronaves estadounidenses, supuestamente de tipo F-35, en la región de Maiquetía, en el norte del país.
«La presencia de esos (…) aviones, volando en las cercanías de nuestra área de influencia, en nuestro mar Caribe cercano a las costas venezolanas, es una grosería, es una provocación», declaró durante un balance de operaciones de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Fanb).
El titular de la cartera ministerial remarcó que «nunca» habían visto «este despliegue de aviones», algunos de ellos estacionados en Puerto Rico. «Quiero que sepan que eso no nos intimida, no intimida al pueblo de Venezuela», aseveró.
En este contexto, el presidente estadounidense, Donald Trump, declaró que el país norteamericano está ahora en guerra con los cárteles de la droga considerados por la Casa Blanca como grupos terroristas, dando así una justificación legal a los ataques llevados a cabo en septiembre contra barcos en el Caribe.
Trump determinó así que Estados Unidos «está en un conflicto armado no internacional con estas organizaciones terroristas designadas», según un documento confidencial que su Administración envió al Congreso esta semana y al que tuvieron acceso varios medios estadounidenses.
«El presidente ordenó al Departamento de Guerra (Defensa) que realizara operaciones contra ellos conforme al derecho de conflictos armados. Estados Unidos ha llegado a un punto crítico en el que debemos usar la fuerza en defensa propia y de terceros contra los continuos ataques de estas organizaciones terroristas designadas», añade el aviso.
El mandatario venezolano, Nicolás Maduro, firmó el lunes un decreto para la declaración del estado de Conmoción Externa, una situación de emergencia con excepcionalidades, con vistas a su entrada en vigor en caso de agresión externa, una posibilidad que Caracas teme tras las últimas declaraciones públicas de Trump y de otros altos cargos de su Administración.
Europa Press