La Unión Europea (UE) pidió este domingo a todas las partes en Sri Lanka que «cooperen y se centren en una transición pacífica, democrática y ordenada» tras las protestas de este domingo para exigir la dimisión del presidente que dejaron imágenes de manifestantes irrumpiendo en su vivienda oficial y bañándose en su piscina.
En un comunicado, un portavoz del Servicio Europeo de Acción Exterior afirmó que la UE sigue de cerca los acontecimientos en Sri Lanka y está evaluando «las opciones disponibles para seguir aumentando su apoyo a la población de Sri Lanka» en este momento.
«Hacemos un llamamiento a todas las partes para que cooperen y se centren en una transición pacífica, democrática y ordenada. Es responsabilidad de todos los dirigentes de las partes allanar el camino hacia una solución de la crisis actual y volver a la normalidad», incidió el portavoz.
La capital de Sri Lanka amaneció este domingo con calles prácticamente vacías, tiendas cerradas, y el recuerdo de las decenas de miles de personas que se congregaron ayer e irrumpieron en edificios oficiales para exigir la dimisión del presidente, Gotabaya Rajapaksa.
El dirigente, acusado desde hace meses por los manifestantes de gestionar mal la crisis económica que azota el país isleño, anunció anoche que dimitirá el próximo miércoles, según informó el presidente del Parlamento, Mahinda Yapa Abeywardena.
Horas antes el primer ministro desde hace apenas dos meses, Ranil Wickremesinghe, aseguró también que dimitirá y llamó a la formación de un Gobierno de unidad nacional.
Miles de personas irrumpieron ayer en las residencias oficiales de Rajapaksa, dejando imágenes de manifestantes bañándose en su piscina y recorriendo los dormitorios de la mansión, y de Wickremesinghe, cuya casa privada fue incendiada también durante la jornada.
Las masivas manifestaciones se enmarcan en un contexto de protestas continuadas desde hace meses, debido al impacto sobre los esrilanqueses de una de las peores crisis económicas a las que ha tenido que enfrentarse el país desde su independencia en 1948, derivada de la merma de divisas de reservas internacionales y de un gran endeudamiento.
La tensión y el descontento aumentó en la isla a finales de marzo, cuando las autoridades impusieron cortes de luz de más de 13 horas, lo que llevó a la población a salir a las calles para pedir la dimisión del Ejecutivo.