El director de cine James Cameron, ganador de un récord y de un Oscar, ha hablado con mucha franqueza sobre las perspectivas de taquilla de su próxima secuela de Avatar, Avatar: La forma del agua. Más de una década después de que su epopeya de ciencia ficción original dominara las taquillas de todo el mundo y se convirtiera en la película más taquillera de todos los tiempos, Cameron está a punto de dar un salto de gigante con la franquicia. En los próximos seis años se estrenarán cuatro secuelas, la primera de las cuales llegará el 16 de diciembre de 2022.
Para algunos fans de la obra de Cameron, la idea de cuatro películas más de un cineasta tan inimitable y rompedor es un sueño hecho realidad. Lejos de tener un atractivo limitado o de nicho para el público, Cameron ha demostrado repetidamente que sus películas dan mucho juego. Para algunos, este hombre de 67 años no puede equivocarse, y la idea de que Avatar: La forma del agua sea algo menos que un éxito de taquilla es irrisoria. Sin embargo, también hay quienes piensan que el tiempo ha borrado de la memoria colectiva el Avatar original de Cameron y que, por tanto, las secuelas acabarán teniendo un rendimiento muy inferior. La incertidumbre en la taquilla provocada por la pandemia de coronavirus no ha ayudado. Es probable que este tipo de debates e interrogantes continúen hasta diciembre, cuando llegue oficialmente Avatar 2, momento en el que seguramente surgirán nuevas preguntas y debates.
Sin embargo, por muy normal que sea cuestionar las perspectivas de Avatar: La forma del agua, la única persona de la que los fans no esperarían que señalara el riesgo del modelo de negocio de la secuela es Cameron. Como informa Slash Film, en una nueva entrevista con Empire, el director de Avatar califica su decisión de hacer cuatro secuelas como «el caso de negocio más tonto de la historia». Cameron deja claro que siempre existe la posibilidad de fracasar, incluso con una IP de la talla de Avatar:
«Si hiciéramos un 20 por ciento o un 30 por ciento menos porque el mercado simplemente ya no existe, eso sería malo».
«Los trolls tendrán que a nadie le importa una m*** y no pueden recordar los nombres de los personajes ni una maldita cosa que haya pasado en la película… Luego vuelven a ver la película y dicen: ‘Oh, vale, disculpadme, dejadme que me calle la boca ahora mismo’. Así que no me preocupa eso».
Por un lado, puede parecer extraño que Cameron admita públicamente lo arriesgado que es su plan para Avatar. En caso de que la primera secuela no funcione bien, es difícil decir exactamente cuál sería su siguiente paso, teniendo en cuenta todo el trabajo que ya se ha invertido en las secuelas. Sin embargo, lo más probable es que Avatar: La forma del agua funcione muy bien. Al igual que ocurrió con el Avatar original cuando se estrenó en 2009, mucha gente fue simplemente por el espectáculo que se decía que era la película. Dado que Cameron ha vuelto a superar los límites al crear una nueva tecnología de captura de movimiento bajo el agua, Avatar 2 seguro que será visualmente atractiva en gran medida.
Por otra parte, los efectos visuales nunca han garantizado que una película sea un éxito. Sí, las probabilidades favorecen que Cameron tenga éxito con Avatar: La forma del agua. Sin embargo, la idea de que lo consiga, por así decirlo, con las tres siguientes secuelas, es un poco más difícil de imaginar. El propio Cameron menciona los cambios en el mercado, que pueden afectar a la trayectoria de la franquicia. Sin embargo, si alguien tiene la oportunidad de lograrlo, es Cameron, cuya carrera ha sido literalmente un gran éxito de taquilla.
