Los legisladores israelíes votaron este miércoles 22 de junio a favor de disolver el Parlamento, poniendo en marcha los engranajes para enviar al país a sus quintas elecciones nacionales en poco más de tres años.
La moción fue el primer paso de una serie de votaciones antes de la disolución formal del gobierno. Se produjo dos días después de que el primer ministro, Naftali Bennett, anunció que disolvería su coalición gobernante, formada por ocho partidos ideológicamente diversos, poco más de un año después de asumir el cargo.
La coalición histórica, que derrocó a Benjamin Netanyahu se vio sacudida por luchas internas y deserciones en los últimos meses. Incluía partidos moderados comprometidos con una solución de dos Estados con los palestinos, ultranacionalistas de línea dura que se oponen a un Estado palestino y una pequeña facción islamista, el primer partido árabe en unirse a un gobierno.
Una gran mayoría de los 120 miembros de la Knéset —el Parlamento israelí— aprobaron una serie de propuestas para disolver el cuerpo legislativo, pero aún se requiere una votación final sobre al menos una de las mociones para disolverlo y se espera que se celebre la próxima semana.
Una vez que se apruebe, Bennett dejará el cargo de primer ministro y entregará las riendas a su aliado, el ministro de Relaciones Exteriores, Yair Lapid. Se espera que las nuevas elecciones se celebren en octubre.