Artistas plásticos, colegas, amigos, familiares, poetas y figuras del ámbito cultural y académico, junto a representantes de instituciones públicas, se reunieron en la funeraria Metropolitana, al este de Barquisimeto, y más tarde en la Escuela de Artes Plásticas Martín Tovar y Tovar para rendir homenaje y dar el último adiós al maestro Esteban Castillo.
Con palabras llenas de afecto y admiración, los asistentes resaltaron no solo la prolífica obra del maestro, sino también su humildad, sencillez, autenticidad y su espíritu siempre amistoso, cualidades que lo hicieron merecedor del cariño de todos aquellos que lo rodeaban.
El ataúd, llevado por sus amigos y colegas, tuvo una emotiva parada en la escuela que fue su primer hogar de aprendizaje. En ese lugar, donde el joven Esteban Castillo trazó sus primeros pasos y construyó los cimientos de su vocación, se le rindieron conmovedores honores póstumos.
Esteban Castillo no solo fue despedido como un artista insigne, sino también como un maestro de vida cuya obra y espíritu perdurarán en cada pincelada y en el corazón de quienes tuvieron el privilegio de conocerlo y aprender de él.
Entre los testimonio recogidos por El Informador Venezuela, Francisco Blavia, destacó su amistad y solidaridad. “Tuvimos la fortuna de compartir mucho tiempo en París y por su incondicional apoyo y carisma, quienes llegamos a conocerlo decidimos llamarlo el Embajador Natural de Venezuela en París. Siempre lo recordaremos como una persona sencilla, trabajadora, cercana a su familia y un verdadero amigo. Un auténtico maestro de la vida”.
El maestro Esteban Castillo se despide dejando tras de sí la admiración de sus vecinos, su comunidad y toda la esfera cultural de Venezuela, resaltó Romel Escalona, cronista oficial de la parroquia Concepción y vicepresidente de la Asociación de Cronistas del Estado Lara (Asocrolara) . Siempre será recordado como una figura inspiradora, destacada por sus valores fundamentales de humildad, enseñanza y respeto. «Su presencia seguirá viva tanto en el pensamiento colectivo como en cada proyecto que se emprenda inspirado en su vida, su obra y su extraordinaria personalidad”, destacó.
Como pintor, Esteban Castillo se adelantó a su tiempo, señaló su colega Armando Villalón, destacando cómo su obra evolucionó de manera constante. Comenzó con la pintura figurativa, pero al instalarse en París tuvo la oportunidad de coincidir con Cruz-Diez y Jesús Soto. Allí comenzó a reunirse con un grupo destacado de artistas, formando parte de una búsqueda colectiva por definir un estilo propio. Su obra es profundamente representativa, tanto en el estado Lara como en toda Venezuela. Será por el importante aporte que hizo a las artes plásticas, siendo, sin duda, uno de los artistas más destacados que hemos tenido en Lara y en Venezuela.
Su partida deja un profundo vacío, pero su legado continuará impactando a la región, Venezuela y otras partes del mundo. Su contribución al arte es innegable, su influencia permitió que muchos jóvenes se atrevieran a explorar nuevos horizontes en el arte plástico, trabajando con el constructivismo y la geometría. Sorprendentemente, su innovación abrió las puertas a una técnica transformadora en Lara, marcando a las generaciones emergentes de artistas jóvenes que hoy desarrollan la continuidad de su legado. Sin lugar a dudas, su obra permanecerá viva como inspiración para múltiples generaciones. Además, “siempre será recordado como una persona inolvidable, caracterizada por su humildad y sencillez a lo largo de toda su vida”.
60 años de trayectoria
Homenaje en vida, Al Vanegas recuerda que en 2016 decidieron homenajear Al maestro Castillo con una exposición en la Galería de Arte Contemporáneo del Palacio de Gobierno con la exposición titulada “Todo el Palacio para Esteban Castillo” que abarcará 60 años de su trayectoria artística. Desde su formación en la Escuela de Artes Plásticas hasta sus últimos proyectos.
Para Al Vanegas, fueron seis meses enriquecedores compartiendo con él en su taller, en su hogar, disfrutando de cafés y largas conversaciones que dieron lugar a una muestra única, desde sus obras figurativas, pasando por la serie de «Las Máquinas» hasta las piezas producidas en Londres, París y Barquisimeto, una antología que buscó capturar la esencia de un artista inigualable.
Los hombres pueden irse, pero los verdaderos artistas perduran para siempre. Así es como Esteban Castillo permanecerá eterno en la memoria de Barquisimeto, en el corazón de sus habitantes y en el recuerdo de sus amigos, resaltó.
Escribió para varios periódicos
Las anécdotas sobre el tiempo compartido no faltaron, Oscar Unda su amigo desde la adolescencia, y además vecino, recordó que una ocasión en la que le dijo: «Necesito pintar un mural en tu pared porque eso me ayuda a experimentar con los colores. Y realizó un mural de dos metros de ancho por dos metros de alto, que retocaba cada dos años. Me decía: «Cuando quiero inspirarme o jugar con los colores, miro hacia allá y veo qué puedo corregir o mejorar».
Por otro lado, el poeta Pedro Lozada expresó que Esteban y él eran amigos cercanos, y lo describía como «el poeta del pincel». Castillo no solo destacó como un notable pintor, sino también como escritor y colaborador destacado en los periódicos de Lara y de Venezuela. Con su partida, Lara y el país pierden a uno de los grandes maestros del arte plástico nacional, afirmó.
“Que descanse en paz su alma de poeta. Esteban, con su humildad, sencillez y autenticidad se convierte en un ejemplo inspirador para las futuras generaciones de pintores y artistas el país y del mundo”. AC
