«Mi hijo no es un delincuente», clamaban los padres de Kenlyn Rafael Rodríguez Rojas y de Maykol Antonio Olivera Rojas, dos jóvenes larenses que fueron deportados de EE. UU., a El Salvador, durante la jornada de recolección de firmas realizada el miéroles 19Mar en Barquisimeto.
Con pancartas en mano, padres y familiares explicaban que los muchachos no estaban delinquiendo en EE. UU. Por el contrario, estaban trabajando pero, dadas las condiciones migratorias, optaron por regresar a su país.
Aseguran que fueron engañados, por cuanto les hicieron firmar unos documentos para procesar su salida del país, cuando en realidad se trataba de la deportación a El Salvador.
Miguel Olivera, padre de uno de uno de los deportados, reclamaba que ellos (EE. UU. y El Salvador) «no tienen derecho» de hacer lo que hicieron a su hijo, y les exigía que se lo devolvieran sano y salvo.
La jornada de recolección de firmas se realizó en todo el país como parte de las accionnes que nacional e internacionalmente se ejecutan para repatriar a los 238 migrantes venezolanos que hoy están en la nación centroamericana.
Autoridades nacionales sostienen que ninguno de esos deportados tiene vinculación con el llamado Tren de Aragua (TDA), lo cual ha sido utilizado como narrativa para justificar la vulneración de migrantes venezolanos.
También ha asegurado que de los aproximadamente 500 venezolanos retornados al país en las últimas semanas, sólo 16 tienen cuentas con la justicia pero no por pertenecer al TDA, y fueron puestos a la orden de los tribunales.
