«La Tierra es ahora nuestro único accionista». Así inicia un comunicado escrita por el multimillonario Yvon Chouinard, fundador de la empresa Patagonia, dedicada a la venta de equipos para actividades al aire libre.
En el escrito, el empresario estadounidense anuncia su decisión de donar la empresa que fundó hace casi medio siglo, a dos organizaciones sin fines de lucro creadas para combatir el cambio climático.
Chouinard aseguró que Patagonia transferirá el 100% de sus acciones con derecho a voto al Patagonia Purpose Trust, un fideicomiso creado para defender los valores de la compañía, conocida desde hace tiempo por su activismo ambiental. Todas sus acciones sin derecho a voto irán al Holdfast Collective, una organización sin fines de lucro “dedicada a luchar contra la crisis ambiental y defender la naturaleza”.
“Aunque estamos haciendo todo lo que podemos para enfrentar la crisis ambiental, no es suficiente”, escribió Chouinard. “Necesitábamos encontrar una forma de destinar más dinero a la lucha contra la crisis y a la vez mantener intactos los valores de la compañía”.
Patagonia calcula que, tras reinvertir en la empresa parte de las ganancias que obtiene, se distribuirán unos 100 millones de dólares anuales al Holdfast Collective en forma de dividendos, dependiendo de la salud del negocio.
Grace Chiang Nicolette, vicepresidenta de programación y relaciones externas de The Center for Effective Philanthropy, dijo que esta medida inusual de la familia Chouinard puede convertirse en un modelo para los fundadores de compañías que deseen donar sus negocios a causas importantes para ellos.
“Los propietarios de empresas suelen enfrentarse a decisiones difíciles sobre el futuro de su compañía cuando llega el momento de venderla”, dijo Nicolette, que también es copresentadora de “Giving Done Right”, un podcast. “Los muy ricos también se enfrentan al hecho de que su patrimonio neto crece más rápido de lo que pueden concebir para regalarlo. Este plan hace que el impacto social de la empresa sea su principio rector y creo que vamos a ver a más donantes siguiendo este enfoque», añadió.
Chouinard dijo que otras opciones para que la compañía con sede en Ventura, California, se dedique a proteger el planeta —vender la empresa y donar las ganancias, o hacer que comience a cotizar en la bolsa— no eran viables para los objetivos finales de Patagonia.
“En lugar de extraer valor de la naturaleza y transformarlo en riqueza para los inversores, utilizaremos la riqueza que Patagonia crea para proteger la fuente de toda riqueza”, escribió Chouinard.
El director general de Patagonia, Ryan Gellert, dijo en un comunicado que los Chouinard le pidieron a él y a otros en la empresa que desarrollaran una nueva estructura de propiedad.
“Querían que protegiéramos el propósito del negocio y que liberáramos de inmediato y perpetuamente más fondos para luchar contra la crisis ambiental”, escribió Gellert. “Creemos que esta nueva estructura cumple ambas cosas y esperamos que inspire una nueva forma de hacer negocios que dé prioridad a las personas y al planeta”.
Fuente: AP
