El duro castigo que prepararía la FIFA para Salt Bae
Desde que la FIFA le abrió al reconocido chef Salt Bae un expediente por su invasión al campo de juego del estadio Lusail de Qatar en las celebraciones de la Selección Argentina, en las que persiguió con insistencia a los jugadores para sacarse fotos, mucho se especula sobre cuál podría ser la sanción. Ahora, el diario Lance! de Brasil afirma que el castigo sería ejemplar y dio detalles al respecto.
Según la publicación, el cocinero obsesionado con manosear y posar con la Copa del Mundo tendrá la entrada prohibida a todos los partidos del próximo Mundial, de sede compartida entre Estados Unidos, México y Canadá en 2026. Habrá que ver si en las próximas horas la FIFA confirma oficialmente la versión, aunque ya quedó claro que la actitud del dueño de la cadena de restaurantes de lujo molestó y mucho.
Durante el Mundial, Nusret Gokce, tal es el nombre real del chef, era invitado especial de la FIFA con acceso VIP a los encuentros, pero no se encontraba habilitado para ingresar a los campos de juego y mucho menos para cargar el trofeo, al que la entidad madre del fútbol considera un «ícono de valor incalculable» reservado solo a campeones y jefes de Estado.
La promesa no cumplida de Salt Bae con el Chiqui Tapia
Quien en la previa de los festejos había pegado buena onda con Gokce fue el presidente de la AFA, quien fue a comer a su exclusivo restaurante con foto de abrazo incluida. Además, el chef publicó el encuentro en sus redes sociales: “El presidente de Argentina (SIC) Chiqui Tapia es muy bueno, es muy sincero, mucha suerte, dijo si Argentina es campeona del mundo todos juntos a nusr_et Doha. Gran celebración juntos”. Claramente, la comida de celebración en el local gastronómico finalmente no se llevó a cabo.
Nusret Gokce es conocido en las redes sociales por su particular manera de servir le comida a los invitados famosos a nivel mundial que visitan su restaurante. El turco se filma colocando el plato con la carne sobre la mesa, rebanándolo suave y velozmente con su cuchillo, acomodando las porciones y con el famoso ingrediente final que lo caracteriza: la lluvia de sal.
