El presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, Joe Biden le dijo el jueves 16 de junio a The Associated Press que el pueblo estadounidense está “muy, muy decaído” luego de dos turbulentos años con la pandemia de coronavirus, la volatilidad en la economía y ahora el aumento en los precios de la gasolina que castigan el presupuesto de las familias.
Aseguró que una recesión no es inevitable y desestimó las afirmaciones de los legisladores republicanos de que el plan de ayuda por COVID-19 del año pasado es el único responsable de que la inflación se encuentre en su punto más alto en los últimos 40 años, asegurando que dicho argumento es “extravagante”.
En cuanto a la mentalidad de los estadounidenses, Biden dijo: “La gente esta muy, muy decaída”.
“La necesidad de salud mental en Estados Unidos se ha disparado, porque las personas han visto cómo todo da un vuelco. Todo con lo que contaban se ha trastornado. Pero la mayoría de ello es consecuencia de lo que ha sucedido, de lo que sucedió como resultado de la crisis por la pandemia”.
Durante su entrevista de 30 minutos con la AP en la Oficina Oval, Biden habló sobre las advertencias de los economistas de que Estados Unidos podría dirigirse a una recesión.
“Primero que nada, no es inevitable”, sentenció. “Segundo, estamos en una mejor posición que cualquier otra nación del mundo para superar esta inflación”, destacó el mandatario estadounidense.
En cuanto a las causas de la inflación, el presidente se mostró un tanto a la defensiva en ese tema: “Si es mi culpa ¿por qué es que en todos los demás países industrializados del mundo la inflación es más alta? ¿Se han preguntado eso? No estoy siendo insolente”.
El mandatario dijo que veía motivos para ser optimistas, como la tasa de desempleo del 3,6% y la relativa fortaleza de Estados Unidos en el mundo.
Foto: AP