El número de muertos por el ataque ruso con misiles contra un edificio de apartamentos en la ciudad de Dnipro, en el sureste de Ucrania, ha aumentado a 40, según informaron el lunes las autoridades, mientras analistas occidentales apuntaban a señales que indicaban que el Kremlin se estaba preparando para una guerra prolongada en Ucrania tras casi 11 meses de enfrentamientos.
Entre las víctimas del atentado del sábado contra la torre residencial de varios pisos había dos niños, informó la Policía Nacional de Ucrania, y entre los 75 heridos hay 15 niños. La operación de rescate y búsqueda seguía en marcha, y hasta el momento se había rescatado de las ruinas a 39 personas, entre ellas seis niños, según informó la policía en un comunicado.
En el edificio de apartamentos vivían unas 1.700 personas. Los residentes dijeron que no había instalaciones militares en el lugar. Según el proyecto de The Associated Press-Frontline War Crimes Watch, el número de víctimas mortales ha sido el mayor ataque contra civiles desde antes del verano.
El jefe de la política exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, calificó el ataque, y otros similares, de «agresión inhumana» por dirigirse directamente contra civiles. «No habrá impunidad para estos crímenes», afirmó en un tuit el domingo.
Preguntado el lunes por el ataque, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo que los militares rusos no atacan edificios residenciales y sugirió que el edificio de Dnipro fue alcanzado como resultado de acciones de la defensa antiaérea ucraniana. El ejército ucraniano dijo el domingo que no tenía medios para interceptar el tipo de misil ruso utilizado en el ataque del sábado.
El ataque al edificio se produjo en medio de una andanada más amplia de misiles de crucero rusos por toda Ucrania.
En la provincia ucraniana de Donetsk, en el este del país, siguen produciéndose encarnizados combates, en los que, según los analistas militares, es probable que ambos bandos estén sufriendo numerosas bajas. No fue posible realizar una verificación independiente de los acontecimientos.
Donetsk y la vecina provincia de Luhansk conforman el Donbass, una extensa región industrial fronteriza con Rusia que el presidente ruso Vladimir Putin identificó como objetivo desde el comienzo de la guerra. Los separatistas apoyados por Moscú llevan luchando allí contra las fuerzas de Kiev desde 2014.
Las fuerzas aéreas rusas y bielorrusas comenzaron un ejercicio conjunto el lunes en Bielorrusia, que limita con Ucrania y sirvió como base para la invasión rusa de Ucrania el 24 de febrero.Los simulacros se extenderán hasta el 1 de febrero, dijo el Ministerio de Defensa bielorruso. Rusia ha enviado sus aviones de combate a Bielorrusia para las maniobras.
El Instituto para el Estudio de la Guerra, un think tank de Washington, informó de que el Kremlin está tomando medidas para convertir su invasión de Ucrania en «una gran guerra convencional» tras meses de vergonzosos reveses militares.
Lo que Moscú denomina «una operación militar especial» pretendía capturar la capital ucraniana, Kiev, en cuestión de semanas e instalar allí un régimen favorable al Kremlin, pero las fuerzas rusas acabaron retirándose de los alrededores de Kiev, según el think tank. Luego vino una exitosa contraofensiva ucraniana en los últimos meses, antes de que la llegada del invierno frenara los avances militares.
«Es probable que el Kremlin se esté preparando para llevar a cabo una acción estratégica decisiva en los próximos seis meses con el objetivo de recuperar la iniciativa y poner fin a la actual serie de éxitos operativos de Ucrania«, señaló el Instituto para el Estudio de la Guerra en un informe publicado a última hora del domingo.
En él se señalan informes que indican que el mando militar ruso está realizando «serios preparativos» para una movilización ampliada, conservando el personal movilizado para su uso futuro, al tiempo que intenta impulsar la producción industrial militar y reorganizar su estructura de mando.
Esto significa que los aliados occidentales de Ucrania «tendrán que seguir apoyando a Ucrania a largo plazo», afirmó el think tank.
En los últimos días, los países miembros de la OTAN han intentado asegurar a Ucrania que mantendrán el rumbo. El Reino Unido ha prometido tanques y el domingo comenzó en Alemania el nuevo entrenamiento de combate ampliado de las fuerzas ucranianas por parte del ejército estadounidense.
Otros acontecimientos del lunes:
Las fuerzas rusas bombardearon la ciudad de Kherson y la región de Kherson, matando a tres personas e hiriendo a otras 14 en las últimas 24 horas, dijo el gobernador regional Yaroslav Yanushevych. En la ciudad de Kherson, los bombardeos dañaron un hospital, un centro para niños discapacitados, un astillero, infraestructuras críticas y edificios de apartamentos.
Las fuerzas rusas atacaron la ciudad de Zaporizhzhia, dañando infraestructuras industriales e hiriendo a cinco personas, dos de ellas niños, informó el jefe adjunto de la oficina presidencial de Ucrania, Kyrylo Tymoshenko.
Las defensas aéreas rusas derribaron siete drones el lunes sobre el mar Negro, cerca del puerto de Sebastopol, en la Crimea anexionada, informó Mijaíl Razvozhayev, jefe de Sebastopol instalado por Rusia.
ENLACE ORIGINAL: Death toll from Russian strike on apartment in Ukrainian city of Dnipro rises to at least 40 – The Globe and Mail
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