Alemania aplastó por 6-0 a Eslovaquia en el Red Bull Arena, de Leipzig, por la sexta fecha del grupo “A” de las eliminatorias UEFA rumbo al Mundial 2026 –se lee en el portal “ESPN”–, y aseguró su presencia en la próxima Copa del Mundo.
El equipo de Nagelsmann llegaba con las mismas unidades que su rival (12) y debía al menos empatar frente a su rival directo en la pelea por el primer lugar, que asegura la clasificación a la vez directa, objetivo que superó.
Desde el minuto 1′, los teutones salieron decididos a buscar la victoria, que no tardarían en encaminar.
Woltemade, a los 19′, abrió el marcador para los germanos, que ya habían hecho más méritos para romper el cero.
Hasta la conquista, todos los minutos habían transcurrido con el equipo de Nagelsmann horizontalizando el juego y llegando por los dos lados, con centros de mucho peligro. Hasta que llegó el gol: En una segunda jugada tras un rechazo en un tiro de esquina, Kimmich volvió a meterla al área y encontró libre al 11, para que cabeceara en el área chica y festejara.
El gol, por supuesto, le abrió la puerta a más a los alemanes, sobre todo teniendo en cuenta que Eslovaquia tenía que salir a buscarlo porque el empate no le alcanzaba (la diferencia de gol era demasiado abultada). Y los espacios aparecieron, claro: Gnabry definió tras una gran asistencia de Goretzka para el 2-0 a los 29′.
El partido podría decirse que se liquidó en ese momento. No tanto por la diferencia en el marcador, sino por el mazazo que le representó a los visitantes.
A los 36′, Sané aprovechó esos espacios para bajarle la persiana. Recibió de Wirtz un pase muy fácil y abrió el pie con tranquilidad, para el tercero.
A los 41′, nuevamente Sané golpearía con la misma fórmula. Wirtz presionó alto y robó, y lo encontró en el segundo palo para ponerle una asistencia exquisita, que el delantero definió de aire y con el empeine.
El partido se iría al entretiempo con ambos equipos sabiendo que el complemento no tendría otro fin que decorar un resultado. Y lógicamente el ritmo mermó.
Alemania siguió atacando, pero administrando la ventaja. Y el desconcierto eslovaco fue tal que incluso en el inicio del segundo tiempo casi sufre un gol porque el arquero Duvrabka tomó con las manos un pase atrás de un compañero, dándole la chance a los germanos con un tiro libre indirecto (e insólito).
Pero no fue hasta los los 67′ que Baku le pondría el moño a una gran jugada colectiva que derivó en el quinto gol, aprovechando una asistencia de un Gnabry, que lo vio llegar por derecha y se la abrió para que rematara fuerte y abajo.
A los 79′, Ouedraogo -en su debut y recién ingresado- coronó una linda sucesión de pases de los dirigidos por Nagelsmann, por si faltaba poco. Sacó un zurdazo abajo, dentro del área, inatajable para Duvrabka.
El encuentro en Leipzig fue una fiesta total para una Alemania que había empezado con muchas dudas estas eliminatorias, perdiendo justamente frente a Eslovaquia en el debut (0-2).
Aunque esas dudas quedaron atrás, y el resultado lo confirma: Alemania selló su clasificación a la Copa del Mundo (RG).
