La justicia argentina ha imputado al expresidente Alberto Fernández por agresión y amenazas coactivas en el marco de una causa por violencia de género iniciada por su expareja, Fabiola Yañez. Esta decisión se basa en las pruebas presentadas por Yañez, quien ha denunciado una serie de actos de hostigamiento y maltrato durante su relación.
El fiscal encargado de la investigación ha citado a testigos para profundizar en los hechos, mientras que se han solicitado grabaciones de las cámaras de seguridad de la Casa de Huéspedes, ubicada en la Quinta de Olivos, así como el registro de ingresos del médico presidencial a la residencia entre 2021 y 2023. Medios internacionales han informado que Fernández amenazó a Yañez para que no declarara en su contra.
En su declaración, Yañez reveló que en 2016 estuvo embarazada y que Fernández la presionó para que abortara, afirmando que él le dijo: “Tenés que resolverlo, tenés que abortar”. Además, denunció que el golpe que le dejó un ojo morado ocurrió el 13 de agosto de 2021, tras una discusión con el expresidente.
Las acusaciones contra Fernández incluyen no solo agresiones físicas, sino también amenazas y acoso psicológico. La situación ha generado un gran revuelo en la opinión pública y ha puesto de relieve la problemática de la violencia de género en Argentina, así como la necesidad de abordar estos casos con seriedad y urgencia.
