Victoria Eugenia de Battenberg, más conocida como la reina Ena, fue una de las figuras más complejas, influyentes y, al mismo tiempo, trágicas de la monarquía española del siglo XX. Nieta de la poderosa reina Victoria del Reino Unido, su llegada a España en 1906 simbolizó un intento de apertura, modernización y conexión con las grandes casas reales europeas en un momento en el que la Corona buscaba recuperar prestigio y estabilidad.
Un matrimonio marcado por la tragedia desde el primer día
El 31 de mayo de 1906, el día de su boda con Alfonso XIII, un atentado anarquista perpetrado por Mateo Morral ensombreció la celebración. La explosión de una bomba oculta en un ramo de flores en la calle Mayor de Madrid mató a más de veinte personas, aunque los reyes resultaron ilesos. Aquel suceso, que sacudió a Europa, marcó simbólicamente el inicio de un reinado convulso y constantemente amenazado por la inestabilidad política.
Educada en la estricta corte victoriana, Victoria Eugenia tuvo que adaptarse a una España muy distinta de la que había conocido. Convertida al catolicismo para casarse, aterrizó en un entorno rígido, conservador y receloso de su estilo anglosajón, su espontaneidad y su carácter reservado. Su integración en la corte española fue difícil y estuvo llena de tensiones que acompañarían toda su vida.
El mayor golpe personal para la reina fue descubrir que era portadora de la hemofilia, la enfermedad hereditaria que afectaba a varias ramas de la realeza europea. Dos de sus hijos, Alfonso y Gonzalo, padecieron el trastorno y este último murió con apenas 19 años tras un accidente de tráfico. Esta tragedia familiar abrió una brecha definitiva entre los reyes. La historiografía señala que Alfonso XIII nunca superó el hecho de que la “enfermedad real” entrara en la dinastía a través de su esposa, lo que deterioró gravemente la relación matrimonial.
Una reina decidida a modernizar
Pese a los obstáculos personales y políticos, Victoria Eugenia desarrolló un papel decisivo en la modernización social de la España de la época. Fue impulsora de la Cruz Roja Española y de iniciativas pioneras en atención hospitalaria y salud infantil. Promovió la formación de mujeres enfermeras, apoyó la profesionalización de los servicios sanitarios y llevó a la corte un aire más cosmopolita y menos encorsetado, que no siempre fue bien recibido por los sectores más tradicionales.
Tras la proclamación de la Segunda República en 1931, la familia real abandonó España. La pareja se separó poco después y Victoria Eugenia se instaló entre Suiza e Inglaterra, aunque nunca renunció a su título ni dejó de seguir con interés la evolución política española. Su regreso a España en 1968, para el bautizo de su bisnieto Felipe —hoy Felipe VI—, se vivió como un gesto simbólico de reconciliación histórica.
Murió en Lausana en 1969, a los 81 años, habiendo visto cómo su nieto Juan Carlos se preparaba para restaurar la monarquía que ella vio caer.
Un reconocimiento pendiente: la Galería de las Colecciones Reales le dedica una muestra
Más de medio siglo después de su muerte, Victoria Eugenia vuelve a ocupar un lugar destacado en la memoria institucional. La Galería de las Colecciones Reales española inauguró una muestra dedicada íntegramente a su figura, que explora su influencia en la modernización de la monarquía, su papel social y sanitario, y su elegancia como símbolo de una época de transición.
La exposición reúne retratos, objetos personales, joyas, fotografías inéditas y documentos que permiten redescubrir a una reina cuya historia ha sido a menudo reducida a tragedias familiares, pero que desempeñó un papel fundamental en la evolución de la Casa Real. La muestra reivindica su legado y recupera a una figura que, pese a vivir entre la modernidad y la adversidad, dejó una huella profunda en la historia contemporánea de España.
Victoria Eugenia de Battenberg emerge así como un símbolo de cambio, resiliencia y modernidad en una monarquía que buscaba adaptarse —sin éxito— al vertiginoso ritmo del siglo XX. La nueva exposición confirma que, más allá de las sombras, su reinado dejó una aportación valiosa que hoy comienza a valorarse con una mirada renovada.
Foto: europapress.es
