El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, desató una nueva polémica al acusar al presidente francés, Emmanuel Macron, de «alimentar el odio antisemita». En una carta, Netanyahu critica la decisión de Francia de reconocer al Estado de Palestina, afirmando que este acto «premia» a Hamás y fomenta la violencia contra los judíos en las calles francesas.
La misiva de Netanyahu también advierte sobre un «alarmante» aumento del antisemitismo en Francia y la falta de medidas «decisivas» por parte del gobierno. Para el primer ministro, el reconocimiento de Palestina refuerza la posición de Hamás y dificulta la liberación de rehenes, un argumento que ha generado una dura respuesta desde París.
El gobierno francés no se ha quedado callado. El Elíseo calificó de «erróneo» y «abyecto» el análisis de Israel. Un comunicado oficial aseguró que la acusación «no quedará sin respuesta», y subrayó que Macron ha sido «siempre firme» en su lucha contra el antisemitismo, especialmente después de los ataques del 7 de octubre.
El viceministro de Asuntos Europeos, Benjamin Haddad, reafirmó la postura de Francia, afirmando que su país «no tiene lecciones que aprender» en la lucha contra el antisemitismo y que este problema no debe ser «instrumentalizado». La decisión de Macron de reconocer el Estado palestino en la Asamblea General de la ONU, que será en septiembre, ha llevado a una escalada de la tensión diplomática.
