El martes 30 de septiembre, la Asamblea Nacional (AN) aprobó en segunda discusión, el «Tratado de Asociación Estratégica y Cooperación» entre la República Bolivariana de Venezuela y la Federación Rusa.
El presidente del Legislativo, Jorge Rodríguez, destacó la relevancia del acuerdo, firmado previamente por los gobiernos de Venezuela y Rusia: «Es de trascendental importancia que la Asamblea Nacional (…) apruebe y refrende un acuerdo ya firmado entre el Gobierno de Venezuela, presidido por Nicolás Maduro, y el Gobierno de la Federación Rusa, presidido Vladímir Putin, porque es la expresión de la hermandad, de una manera diferente de relacionarse los pueblos y los gobiernos».
Resaltó que, mientras en el mundo resurgen expresiones «neofascistas, nazis y extremistas que no se doblegan ante el genocidio», Venezuela y Rusia se mantienen cada vez más unidos y se preparan para construir un futuro más fortalecido.
Rodríguez hizo entrega del Tratado de Asociación Estratégica entre Venezuela y Rusia al embajador ruso en Venezuela, Sergey Mélik-Bagdasárov, presente en la sesión.
El tratado suscrito contempla, entre otros puntos, los siguientes:
- Las partes reforzarán la asociación de igual confianza y la cooperación estratégica manteniendo un diálogo político y diplomático regular y estrecho.
- Se prevé que Moscú y Caracas mejoren los lazos en materia de defensa en ámbitos de interés mutuo, considerándolos un componente importante del mantenimiento de la seguridad regional y mundial. Los dos países mantendrán una cooperación técnico-militar con el fin de reforzar la capacidad de defensa y garantizar la seguridad de ambos Estados y facilitarán la consecución de nuevos acuerdos.
- Las partes se oponen firmemente a las medidas coercitivas y restrictivas unilaterales (sanciones), incluidas las de carácter extraterritorial.
- Ambos países se comprometen a realizar esfuerzos solidarios para combatir el legado y la falsificación de la historia del colonialismo, denunciar el racismo, el genocidio y otros crímenes cometidos, incluso contra los pueblos de América Latina, y prevenir las manifestaciones neocoloniales en las relaciones interestatales.
- Los dos Estados se oponen conjuntamente a la glorificación del nazismo, el neonazismo y otras prácticas que contribuyen a la escalada de intolerancia.
- Las partes cooperarán en cuestiones de control de armamento, desarme y no proliferación, contribuyendo a la estabilidad internacional y a la seguridad igual e indivisible de todos los Estados sin excepción.
- Los países cooperan estrechamente en la lucha contra el terrorismo internacional y el extremismo, el blanqueo de capitales procedentes de actividades delictivas y la financiación del terrorismo.
