En el medio de su conflicto con Estados Unidos, Venezuela fabrica drones propios con supervisión de Irán en una emblemática base aérea.
Así lo consignó el sitio de periodismo de investigación https://www.elarchivo.com/ahora/venezuela-monto-una-fabrica-drones-la-supervision-iran-una-base-aerea-n5326751
Hace unas semanas, en EL ARCHIVO analizamos el riesgo para la seguridad hemisférica que presentaba la fabricación por parte de Venezuela de drones propios y su alianza con Irán. Hoy presentamos detalles de la base aérea El Libertador, donde ello ocurre.
La alianza con Irán en términos de tecnología militar
La alianza entre Venezuela e Irán ni es nueva ni se remite a buenas relaciones diplomáticas. Las mismas vienen desde los tiempos de Hugo Chavez y abarcan diversas áreas, sobre todo las estratégicas y de seguridad. Durante el desfile conmemorativo de la independencia de Venezuela en 2022, se mostraron los drones Mohajer-2, ahora conocidos como Antonio José de Sucre-100 (ANSU-100), dispositivos que fueron modernizados y ensamblados en Venezuela. Esta evolución de simple comprador de armamento a productor de tecnología militar avanzada marca un antes y un después en el equilibrio estratégico hemisférico y debería encender todas las alarmas en las cancillerías democráticas de la región. Entre ambos se genera un » win-win», Maduro avanza hacia la autosuficiencia defensiva y Teherán gana proyección estratégica en el hemisferio occidental mientras accede a recursos energéticos y minerales críticos venezolanos. Venezuela fabrica actualmente diversos tipos de drones, incluyendo el Arpía 1 basado en diseño iraní para vigilancia táctica de fronteras; el Antonio José de Sucre-100 modernizado con apoyo iraní con capacidades antitanque y antipersonal; el Mohajer-6 suministrado desde 2020 como plataforma de reconocimiento y ataque con misiles; y el Zamora V-1, un dron kamikaze basado en el Shahed-136 iraní. Los drones se encuentran en los galpones del Grupo Aéreo de Inteligencia, Vigilancia y Reconocimiento Electrónico Generalísimo Francisco de Miranda, dentro de la Base Aérea El Libertador, en Palo Negro, Aragua
Una emblemática base aérea
Conocida en sus inicios como Base Aérea de Palo Negro localizada entre las poblaciones de Palo Negro y Maracay en el estado Aragua, constituye la mayor base aérea de Venezuela, tiene su origen la resolución N.º 707 del Ministerio de la Defensa, por la cual se creó la Base Aérea El Libertador, en honor al Padre de la Patria. Durante sus años de existencia, esta estratégica instalación militar ha tenido su sede los sistemas de caza F-86, con los cuales inició su funcionamiento, Canberra, De Havilland Vampire FB.Mk.52 / T.Mk.11, De Havilland Venom FB.Mk.54, los Grupos de Transporte con los sistemas Douglas C-47D Skytrain, los Fairchild C-123B Provider ya desincorporados, los C-130, y últimamente los G-222 de fabricación italiana, y los sofisticados sistemas de CF-5, Dassault Mirage IIIEV, Dassault Mirage 5V/DV, Dassault Mirage 50EV/DV y General Dinamic F-16. Allí también tienen su sede los Servicios de Mantenimiento, Abastecimiento y Electrónica. la Escuela de Tropas Aeronáuticas y los organismos directamente adscritos al Comando de la Base, tales como los de Operaciones, Servicios, Policía Aérea y el Núcleo Inicial de la Defensa Aérea.
¿Un plan armamentístico de Maduro?
Así como la alianza entre Venezuela e Irán no es nueva, tampoco parecen ser los planes de Nicolás Maduro en desarrollar industria bélica. Ya en 2020, el estado venezolano creó que la Empresa Aeronáutica Nacional ( EANSA) con el fin de encargarse del diseño, fabricación ,ensamblaje, y mantenimiento de aeronaves, satélites y partes entre otras múltiples actividades y partes. El decreto 4125 encontró una forma muy sutil de establecer una fábrica de vehículos aéreos no tripulados, o sea DRONES.
La misma pertenece en un 80% a CONVIASA(Consorcio Venezolano de Industrias Aeronáuticas y Servicios Aéreos S.A.) empresa aerea venezolana creada en 2004 bajo el gobierno de Hugo Chávez y un 20% al ministerio de defensa, o sea el encargado de manejar las FFAA, con lo cual podemos analizar que no son drones con fines científicos los que busca crear esta empresa, armada ya hace 5 años.
La implementación en la base El Libertador
Si bien, diversos informes de inteligencia vienen advirtiendo de esta actividad en Venezuela, llamó la atención que en 2025 se comenzarán a hacer obras de ampliación de la base ( ¿Más instalaciones de fabricación bélica?) No es un secreto, Cesar Perez, gerente de Conviasa y a cargo del equipo de trabajo ponderó que estas obras son un cambio rotundo en la historia del país porque se podrán desarollar drones de entrenamiento civil y militar. Las obras que alcanzarán una ampliación de 185 hectáreas representan la claridad del avance de la penetración iraní en Venezuela y la intención de Maduro de crear pertrechos bélicos propios.
