¡Venezuela… Grande!
Insto a que realicen una profunda reflexión sobre el siguiente pensamiento:
“La instrucción es la felicidad de la vida; Y el ignorante que siempre está próximo a revolverse en el lodo de la corrupción, se precipita luego inefablemente en las tinieblas de la servidumbre”.
Simón Bolívar.
Carta a María Antonia Bolívar. Lima, Perú, a comienzos de abril del año 1.825.
El 20 de abril de 2.010 decidí comenzar recordando esta cita del Libertador Simón Bolívar, en unas palabras encomendadas a pronunciar por las autoridades universitarias, lideradas por el Dr. Francesco Leone, en un acto que, en defensa de la universidad Centroccidental “Lisandro Alvarado”, multitudinariamente, realizó la sociedad civil larense y, que gestó la creación de la Red de Instituciones Larenses.
Había tomado aquella decisión por considerar a Bolívar, el Libertador y Padre de mi única Patria, Venezuela, como el ser humano de mayor dimensión, hasta ahora conocido, indicando que sus proféticas palabras con el correr del tiempo ratificaban que eran obra de la “causalidad”.
¡No ha sido fácil! Aseveraba en aquel entonces, y hoy todavía así lo hago.
La sociedad civil del estado Lara, desde siempre ha luchado tenazmente ante los gobiernos centrales por la consecución de las soluciones a sus necesidades más elementales y, los estudiantes, venezolanos, desde la gesta independentista, han ocupado lugares de vanguardia en la defensa de los derechos de las sociedades en general.
Jamás se podrá pensar de manera coherente que la creación de la Universidad Centroccidental “Lisandro Alvarado”, sucedió de manera fortuita, producto del azar, de la casualidad, o que fue una dádiva gubernamental, sin lugar a dudas sucedió por la configuración histórica de un sinnúmero de hechos concatenados, que los historiadores dicen que comenzaron con el primer establecimiento de educación secundaria por decreto del general José Antonio Páez, Presidente de la República, el 20 de enero de 1835.
Tomando con fuente el trabajo realizado por la Universidad Centroccidental “Lisandro Alvarado”, titulado “Campaña de la SAB en Pro de la Creación de la Universidad”, donde en su página 56 recuerda que el ilustre Macías Mujica, en uno de sus artículos publicados, en este mismo diario, El Impulso, que 20 años antes de su creación, en la sede del “Club de Leones”, en la casa que ocupó el estudio fotográfico de Ernesto Balestrini,, ubicada en la carrera 18 cruce con calle19, se instaló y allí sesionaba una Junta Promotora, precursora de la idea de creación de nuestra Alma Mater, La Universidad “Lisandro Alvarado, y así fue exigida su creación al gobierno local y nacional. La Junta Promotora presidida por el Dr. Epifanio Pérez Pérez, la integraban el Dr. Omar Soteldo Daza, Alberto Castillo Arráez, Virgilio Torrealba Silva Dr. Pedro Hene Pereira…
“Vamos a invertir primero en educación, segundo en educación, tercero en educación. Un pueblo educado tiene las mejores opciones en la vida y es muy difícil que lo engañen los corruptos y mentirosos.”
José Mujica.
José Mujica Cordano; político de izquierda nacido el 20-5-1935, fue presidente de la República Oriental del Uruguay; después de haber sido guerrillero, elegido diputado y senador y, ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca…
El mayor y más grande recurso que puede tener una nación… es su gente. Y la mejor inversión de una República es la que efectúa en esa gente. La optimización de la educación y capacitación tendrá como consecuencia inmediata el desarrollo integral del país; la masificación y magnificación de la utilización de sus recursos naturales y el desarrollo, progreso y fortalecimiento de la calidad de vida de sus ciudadanos.
Se han comprobado las inmensas riquezas con las cuales la naturaleza dotó a Venezuela y, nuestras instituciones educativas han formado al talento necesario y suficiente como para sacar al país de la difícil situación en la cual se encuentra. Ese talento, tiene la experiencia que precisa el reto de solucionar la crisis ocasionando el menor daño posible a los más necesitados; puesto que son ellos los que, generalmente, pagan en mayor cuantía los errores cometidos por la implementación de políticas, métodos, sistemas y procedimientos desfasados, fracasados, obsoletos y casi siempre corruptos.
Las soluciones que se implementen en la reconstrucción del país serán directamente proporcionales a la esperanza, optimismo y probidad que impongamos a nuestras acciones enmarcadas en la Constitución Nacional, las leyes, sus reglamentos y los Tratados Internacionales suscritos por la República; especialmente en la defensa, preservación y fomento de los Derechos Humanos; la aplicación de la Justicia verdadera y la abolición de la impunidad.
El rescate del desarrollo económico nacional, seguramente, vendrá por decantación y con la rapidez con la cual demostremos nuestra capacidad de vencer las dificultades y dar Seguridad Jurídica a la inversión nacional y extranjera.
El Estado tiene la obligación de dar a los ciudadanos seguridad personal, así como también, seguridad a la propiedad privada de sus bienes; pura y simple, perfecta e irrevocable; tal cual lo establece el Estamento Legal tradicional e internacionalmente aceptado. Sin olvidar, ni obviar, que existen delitos que no prescriben.
LA
