(Washington, Estados Unidos) El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, denunció que la dictadura de Nicolás Maduro en Venezuela sigue aplicando “crueles e inhumanas prácticas de tortura” y puso como ejemplo el caso de Yosida Vanegas, una mujer de 67 años que se encuentra desaparecida luego de ser detenida el pasado martes 15 de agosto.
Vanegas es la madre de un preso político del régimen venezolano, acusado de participar en el frustrado ataques de drones de 2018 contra Maduro. Se trata del sargento mayor retirado Juan Carlos Monasterio, que fue condenado a 30 años.
La defensora de Derechos Humanos Tamara Suju, quien patrocinó las causas contra el régimen de Maduro que son investigadas en la Corte Penal Internacional, informó que esta situación es parte de un “patrón de persecución que ejecuta” la dictadura venezolana.
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Almagro, a través de sus redes sociales señaló que desde la secretaría general de la OEA solicitan “la inmediata liberación” de Vanegas. “Exigimos que cesen crueles e inhumanas prácticas de tortura como éstas, ejercidas por el poder en Venezuela”, escribió el funcionario diplomático en su cuenta de X.
La detención y desaparición
Según el relato del Casla Institute, dirigido por Suju, el martes 15 de agosto a la noche, Yosida Vanegas de Monasterios fue detenida sin orden de aprehensión en el puesto fronterizo de la Guardia Nacional Bolivariana en La Pedrera, estado Táchira.
Su hija Giovanna relató que la última comunicación que tuvo con Yosida fue a las 22:46 cuando le avisó por mensaje que estaba detenida y sería trasladada a Caracas.
El caso será presentado a la Corte Penal Internacional y a la Corte Interamericana de Derechos Humanos y el secretario general de la OEA exigió la liberación de la mujer de 67 años
Según la organización, Yosida fue detenida como represalia por ser madre de Monasterio y su familia no ha recibido ningún tipo de información sobre su paradero y teme por su vida. “Mi madre es una persona mayor, de 67 años, que sufre de hipertensión, artrosis, problemas intestinales”, dijo Giovana Monasterio.
Según ella, su madre fue detenida “sin ningún motivo, argumento y sin ninguna orden de captura. Solamente por ser la mamá de Juan Carlos”. Según dijo en un video divulgado por Suju, este viernes 18 siguen sin tener ningún tipo de información sobre el paradero de su madre. “No informan donde la tienen ni la liberan. No la dejan hacer una llamada a su familia para por lo menos dar una prueba de vida. Temo por su vida, por su salud”, dijo su hija Giovana.
La mujer, sufre de mareos y no puede estar mucho tiempo parada, por lo que las condiciones de detención que suelen sufrir los presos políticos en Venezuela la exponen gravemente, porque debe estar con sus alimentos al día, sostiene su familia.
Según el Instituto Casla, esta forma de “persecución y represalias contra familiares de presos políticos ha sido identificado y denunciado en repetidas ocasiones”.
“Exijo que sea liberada de inmediato y hago responsable de todo lo que le pueda pasar a Nicolás Maduro, Iván Hernández (director general de Contrainteligencia Militar), Vladimir Padrino (ministro de Defensa) y Granko Arteaga (jefe de la Unidad de Asuntos Especiales en la Dirección general de Contrainteligencia Militar)”, dijo su hija.
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Quién es Juan Carlos Monasterios
Monasterios es un sargento mayor de primera de la Guardia Nacional que pidió la baja militar luego de las protestas contra el régimen de Maduro en el año 2017.
Poco tiempo después fue contactado por otros militares que también se habían dado de baja para iniciar acciones contra el régimen. Así fue que participó en el caso de los drones, con el que intentaron frustradamente atentar contra Maduro el 4 de agosto de 2018.
Ese caso fue a juicio, pero en elq ue no se respetaron los procesos penales según denuncian los abogados. Las detenciones y los allanamientos se hicieron sin orden judicial y a los detenidos se los mantuvo incomunidos, se los torturó y el contacto que tuvieron con sus abogados fue muy reducido.
Luego de ese juicio, Monasterios fue condenado a 30 años de prisión.
En el comunicado emitido este viernes por el Instituto Casla se denuncia la incomunicación a la que somete el régimen a los presos en “el Tigrito”, una celda de castigo del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) en el famoso edificio El Helicoide. Allí está Monasterios y también el capitán Juan Carlos Caguaripano.
“Ambos fueron sacados de sus celdas y llevados a aislamiento total donde duermen en el piso sin acceso a baño ni electricidad”, denuncia el instituto, que ya anunció que elevará el caso a todas las instancias internacionales de protección y denuncia, así como a la Corte Penal Internacional, donde Suju ya representa a Monasterios.