En un combate que no fue tan vibrante ni tan emotivo como se esperaba, el mexicano Mario Barrios retuvo su título de campeón mundial del peso welter del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), al empatar por decisión dividida con el filipino Manny Pacquiao, en una pelea a 12 asaltos efectuada “a casa llena”, como se dice en términos beisbolístico, en Las Vegas, Nevada.
A la conclusión del duelo, uno de los jueces dio 115-113 para Barrios, mientras que los otros dos otorgaron 114-114 como empate, lo cual definió la decisión.
Se trató de un enfrentamiento que, en un principio, aparentaba mucha desventaja para el filipino en su regreso, luego de un retiro de casi cuatro años, “en busca de más gloria”, tal como él mismo lo calificó, al explicar precisamente ese regreso.
Así, para empezar, Pacquiao cuenta ya con 46 años de edad, es decir, 16 más que el azteca; luego, el retiro mismo, de casi cuatro años, como antes se indicó; después, Barrios es mucho más alto, y con más alcance de brazos, y es bastante fuerte.
Sin embargo, el ex campeón –y una leyenda viviente el boxeo– no se amilanó ante ello, y todo el tiempo estuvo buscando el combate.
Ciertamente, durante todos los asaltos, hubo momentos de intercambio de puños, pero, al final, ninguno de los dos pugilistas se vio muy afectado por ello.
Tampoco hubo caídas en la pelea (RG).
