Los lunares —conocidos internacionalmente como polka dots— han resurgido este 2025 como una de las tendencias más versátiles y populares de la temporada. Lo que comenzó como un estampado clásico de inspiración retro ha evolucionado hasta convertirse en un elemento transversal que domina no solo la moda, sino también el mundo de la belleza, los accesorios y la decoración de interiores.
Moda: del clasicismo al street style
En las pasarelas internacionales y el street style, los lunares están en todas partes: vestidos fluidos de inspiración vintage, faldas midi, tops asimétricos, blazers estructurados y trajes sastre que juegan con el tamaño y la disposición de los puntos. Los diseñadores apuestan tanto por la paleta clásica de blanco y negro como por combinaciones en colores vibrantes que modernizan el patrón.
Accesorios y uñas: pequeños detalles, gran impacto
La tendencia también ha llegado con fuerza a los accesorios: bolsos, pañuelos, zapatos e incluso gafas incorporan lunares para dar un toque lúdico y chic a cualquier conjunto. En el mundo de la belleza, las manicuras con polka dots se han viralizado en redes sociales, con diseños que van desde lo sutil hasta lo maximalista, demostrando que los lunares pueden ser tan elegantes como divertidos.
Interiorismo y decoración: el estampado que alegra los espacios
Más allá del vestuario, los polka dots están marcando pauta en el diseño de interiores. Se utilizan en textiles como cojines, cortinas, alfombras y ropa de cama, así como en papeles pintados y elementos decorativos. Su capacidad para aportar dinamismo, ritmo visual y un toque juguetón los convierte en una opción ideal para renovar espacios sin perder sofisticación.
Incluso en el ámbito de los eventos —como bodas, fiestas y celebraciones— los lunares se están posicionando como una elección original para temáticas decorativas, destacando por su aire alegre y atemporal.
Una tendencia que se reinventa
La clave del éxito de los polka dots está en su versatilidad:
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En tamaños pequeños para looks sutiles y elegantes
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En versiones maxi para estilos atrevidos y modernos
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Combinados con colores neutros o contrastantes según la ocasión
Desde su aparición en los años 50 hasta hoy, los lunares han demostrado que pueden adaptarse a las tendencias sin perder su identidad. Este 2025, su regreso confirma que lo clásico siempre puede reinventarse con una mirada contemporánea.
