¡Me jubilaron! y ahora, ¿qué hago? Esa fue la inquietud de muchos docentes sorprendidos al enfrentar la jubilación tras la decisión del ministerio de finalizar su relación laboral.
Lo que se suponía sería un alivio, un merecido descanso tras años de arduo trabajo, terminó convirtiéndose en motivo de preocupación. Muchos no estaban preparados para esta nueva etapa, lo que generó incertidumbre, especialmente considerando la complicada situación económica del país.
El dinero no alcanza y, ahora en casa, surge la pregunta constante: ¿cómo ocupar el tiempo y reorganizar la vida?
Entonces, como organización sindical, era fundamental responder a esas inquietudes y tomar las iniciativas necesarias, señala Hilda Peña, secretaria general del Sindicato de Maestros del Estado Lara (Sinvemal).
No obstante, se trataba de un compromiso que no podían asumir por sí solos. Fue entonces, cuando decidieron acudir a la “Escuela de Formación La Ruezga” y a la Fundación Empresas Polar para exponer la situación de los docentes jubilados y su necesidad de aprender un oficio.

Este acercamiento se produjo el año pasado, justo después de que se generara el primer grupo de jubilados, explicó Peña. Tras esta reunión, representantes de la fundación y de la Escuela de Formación visitaron la sede de Sinvemal, situada en la carrera 18 con calle 42, frente al Parque Ayacucho. Durante su visita, confirmaron que el lugar era apto para llevar a cabo las actividades previstas. De hecho, llegaron a impartirse hasta tres talleres de manera simultánea, resaltó Peña.
Como resultado de estas gestiones, se impartieron cursos de capacitación en panadería, galletería, pasapalos, repostería, elaboración de productos de limpieza e higiene personal, y corte y costura. Sin embargo, al finalizar la capacitación, surge una pregunta clave: cómo aprovechar esos conocimientos para producir o generar mejoras en el hogar.
En este contexto, Fundación Polar refuerza la formación a través de talleres centrados en emprendimiento y liderazgo. Esta iniciativa ha logrado proporcionar una experiencia satisfactoria para los participantes, y dado que promueve el bienestar, puede considerarse todo un éxito.
Muchos docentes han comenzado a elaborar panes, galletas, pasapalos y productos de limpieza, ya sea para vender desde sus hogares o para el consumo personal. Incluso, en Cabudare, un grupo de cuatro docentes decidió alquilar un local con el objetivo de emprender un negocio, explicó la dirigente sindical.
Los profesores se sienten motivados y satisfechos con estos nuevos proyectos, lo cual resulta positivo. La vida y el deseo de aprender continúan más allá de la jubilación, y los educadores representan un ejemplo de resiliencia tanto dentro como fuera del aula, destacó.
Abiertas inscripciones
En julio finalizaron seis cursos en los que participaron 300 docentes. Mas los que culminaron en enero, febrero y marzo. Y están abiertas las inscripciones para los cursos que iniciarán en octubre.
Sinvemal siempre se mantiene activo y con las puertas abiertas para sus afiliados, demostrando un compromiso constante. Estas iniciativas han fortalecido la operatividad del sindicato, y para sus directivos es fundamental que los docentes sientan ese respaldo. Más allá de su misión principal de luchar por mejoras laborales, también consideran crucial atender aspectos sociales y proporcionar espacios de recreación, esenciales para el bienestar mental. AC