Se ha detectado un asteroide del tamaño de una piscina olímpica con posibilidades de chocar contra el planeta Tierra dentro de unos 23 años.
La capacidad de la humanidad para asomarse a los lejanos confines del espacio se está volviendo bastante asombrosa si tenemos en cuenta las cosas maravillosas que hemos podido ver
Gracias al telescopio James Webb hemos descubierto galaxias que técnicamente no deberían existir, pero que de algún modo existen, y hemos sido testigos de cómo un agujero negro supermasivo devoraba una estrella retorciéndola en forma de rosquilla.
Ni siquiera las misteriosas señales procedentes de nueve mil millones de años luz son comparables a nuestra capacidad para detectarlas e identificarlas, así que, salvo que se produzca una invasión alienígena repentina, creo que podemos afirmar que nos estamos volviendo bastante buenos en esto del espacio.
Sin embargo, una preocupación constante es que, de todas las cosas que se mueven a toda velocidad por el espacio, una de ellas podría dirigirse directamente hacia nosotros, dispuesta a causar daños catastróficos a nuestro planeta y a nuestra forma de vida.
Según la NASA, podría chocar contra nuestro planeta en 2046, es decir, dentro de 23 años.
Afortunadamente, este asteroide que se dirige hacia nosotros no es exactamente la monstruosidad de nueve millas de ancho que acabó con los dinosaurios, ya que al parecer tiene el tamaño de una piscina.
Afortunadamente, la Agencia Espacial Europea estima que las probabilidades de que nos alcance son de una entre 625, mientras que otros expertos le atribuyen una probabilidad similar.
Si nos alcanzara, la fecha probable de impacto sería el 14 de febrero, día de San Valentín, pero es increíblemente improbable que eso ocurra.
De todos los objetos espaciales que vigilamos, todos menos uno tienen una puntuación de cero en la escala de Torino (utilizada para evaluar el riesgo de que algo impacte contra la Tierra), mientras que este asteroide tiene una puntuación de uno.
Para entendernos, eso significa que es «extremadamente improbable, sin motivo de atención o preocupación pública», por lo que no hay de qué preocuparse.
Incluso en el caso de que este asteroide del tamaño de una piscina se dirija directamente hacia nosotros y choque contra la Tierra, no hay por qué preocuparse.
La NASA tiene planes para el caso de que un asteroide colisione con nuestro planeta y cree tener los conocimientos necesarios para desviar el asteroide que se dirige hacia nosotros.
El pasado mes de septiembre, la NASA lanzó la Prueba de Redirección de Doble Asteroide (DART, por sus siglas en inglés), que consistía en estrellar una nave espacial contra un trozo de roca en el espacio y desviarlo con éxito de su trayectoria.
La agencia espacial ha declarado que ahora confía en su capacidad para evitar que un asteroide potencialmente mortal nos golpee y nos mande por el camino de los dinosaurios.
Ya está, no hay de qué preocuparse.
ENLACE ORIGINAL: NASA says an asteroid the size of an Olympic swimming pool could hit Earth in 23 years (unilad.com)