La boda de Jeff Bezos y Lauren Sánchez, que se celebrará del jueves 26 al sábado 29 de junio en Venecia, se ha convertido en un fenómeno global que fusiona alta costura, lujo desmedido y controversia internacional. Con un presupuesto estimado entre USD 7 y 55 millones, esta celebración de tres días, marcada por la opulencia y un elenco estelar de invitados, se desarrolla en un contexto de protestas locales, tensiones geopolíticas y donaciones estratégicas para apaciguar a una ciudad que se siente invadida.
Lauren Sánchez: la novia que marca tendencias
Lauren Sánchez, de 55 años, emerge como una figura central en el mundo de la moda con su boda como plataforma. Su relación con Dolce & Gabbana, consolidada por la participación de su hijo Nikko en el desfile de la marca en Milán en 2024, apunta a que lucirá un vestido de novia personalizado de esta casa italiana. Se especula que el diseño incluirá un corsé estructurado, encajes venecianos y detalles que evocan la artesanía local, con un costo que podría superar los 500,000 dólares. Fuentes cercanas sugieren que Sánchez cambiará de atuendo hasta 27 veces durante las festividades, con posibles creaciones de Oscar de la Renta, recomendadas por Anna Wintour tras su colaboración en el Met Gala de 2024. Un vestido negro sensual para la recepción, con transparencias y bordados, podría ser otro highlight de su guardarropa.
El anillo de compromiso de Sánchez, un diamante rosa de 20 a 30 quilates valuado en 2.5 millones de dólares, presentado por Bezos en su yate Koru en 2023, será el accesorio protagonista. Complementará su look con joyas de alta gama, posiblemente de Tiffany & Co. o Bulgari, y bolsos statement como el Hermès de cocodrilo negro que lució en Cannes. Su estilo, descrito como audaz y maximalista, establece un nuevo estándar para las novias de 2025, alejándose del minimalismo hacia una estética de glamour exuberante.
Jeff Bezos: un magnate con estilo renovado
Jeff Bezos, de 61 años, ha evolucionado de un look tecnológico a un armario digno de la élite global. Para la boda, se espera que vista trajes a medida de Dolce & Gabbana o Valentino, con cortes ajustados que resalten su transformación física. Su atuendo podría incluir detalles venecianos, como bordados inspirados en los mosaicos de San Marcos, y accesorios como relojes Patek Philippe o gemelos de oro blanco. El costo estimado de su guardarropa nupcial, incluyendo múltiples cambios, supera los 200,000 dólares. Bezos, con su estilo moderno y audaz, refuerza la tendencia de hombres que abrazan la moda como expresión de poder y sofisticación.
Un escenario de lujo bajo presión
La boda, organizada por la firma londinense Lanza & Baucina, se desarrolla en múltiples ubicaciones exclusivas, con la ceremonia principal posiblemente en la basílica de San Giorgio Maggiore y la fiesta final del sábado en el Arsenale, un antiguo astillero veneciano reconvertido en espacio para la Biennale. El cambio de la Scuola Grande della Misericordia al Arsenale, motivado por protestas locales y preocupaciones de seguridad relacionadas con la guerra entre Israel, Estados Unidos e Irán, refleja la magnitud de este evento. El prefecto de Venecia, Darco Pellos, confirmó un aumento en los niveles de alerta, especialmente por la presencia de Ivanka Trump y Jared Kushner, quienes llegaron el martes 24 de junio al aeropuerto Marco Polo.
Entre los 200 invitados destacan Oprah Winfrey, Eva Longoria, Leonardo DiCaprio, Shakira, Lady Gaga, Robert Pattinson, Karlie Kloss, Mick Jagger, Elton John, Bill Gates y miembros del clan Kardashian. Se rumorea que Lady Gaga y Elton John actuarán, elevando el espectáculo a nuevas alturas. Los invitados, alojados en hoteles como el Aman Venice y el Gritti Palace, han llegado en jets privados y yates de lujo, como el Arience de Bill Miller y el Kisnet de Shahid Khan, atracados en la punta de la Dogana. Sin embargo, los yates de Bezos, Koru y Abeona, permanecen en las islas de Carnaro, Croacia, tras una fiesta inicial, posiblemente por motivos de seguridad.
Moda y artesanía veneciana
El 80% de los elementos de la boda provienen de proveedores locales, destacando la pastelería Rosa Salva y el cristal de Murano de Laguna B, que fabricará regalos personalizados para los invitados. Estos obsequios, parte de los cuales financiarán proyectos de protección de la laguna veneciana, reflejan un guiño a la artesanía local. Las decoraciones, con motivos de mariposas, plumas y estrellas, estarán impregnadas de la estética veneciana, con telas de Rubelli y lámparas de Fortuny. Este enfoque no solo resalta el lujo, sino que intenta mitigar las críticas locales al apoyar la economía de la ciudad.
Controversia y protestas: Venecia como símbolo
La boda ha desatado una ola de protestas lideradas por el movimiento “No Space for Bezos”, que considera el evento una privatización de Venecia. El lunes, Greenpeace y el colectivo británico “Everyone Hates Elon” desplegaron una pancarta de 400 metros cuadrados en la plaza de San Marcos con el mensaje: “Si puedes alquilar Venecia para tu boda, puedes pagar más impuestos”. Los activistas, que planeaban bloquear los canales con botes inflables, celebraron como una victoria el cambio de venue al Arsenale, más aislado y difícil de interrumpir. Una manifestación convocada para el sábado a las 17:00 desde la estación de Santa Lucía espera reunir a cientos de personas de toda Italia.
Las tensiones geopolíticas, particularmente la guerra entre Israel, Estados Unidos e Irán, han elevado la seguridad al máximo, con preocupaciones específicas por la presencia de figuras como Ivanka Trump. A pesar de las críticas, Bezos ha intentado congraciarse con Venecia mediante donaciones significativas a la oficina de la UNESCO, Corila (que recibió un millón de euros de su Earth Fund en abril) y la Venice International University, destinadas a proteger el patrimonio y el ecosistema de la laguna. Estas contribuciones, junto con la decisión de no aceptar regalos, buscan contrarrestar la percepción de que la pareja “compra” la ciudad.
Fotos: AFP
