El incendio forestal más grave de los que sufre España desde hace días favorecidos por una ola de calor ha quemado ya unas 20.000 hectáreas de la Sierra de la Culebra, en el centro oeste del país, y ha obligado a desalojar varias poblaciones.
Temperaturas superiores a los 40 grados desde hace una semana, más propias de pleno verano que de la primavera, apenas humedad y vientos fuertes han facilitado la propagación del fuego y dificultado la extinción en las regiones afectadas de Castilla y León (norte oeste), Extremadura (oeste), Navarra (norte), Aragón y Cataluña (noreste) y Comunidad Valenciana (este).
Los equipos de extinción se afanan en intentar controlar las llamas con centenares de efectivos y gran despliegue de medios terrestres y aéreos, incluidas fuerzas del Ejército, después de una noche dura de condiciones atmosféricas desfavorables.
Medio millar de personas trabajan para estabilizar el incendio de Zamora, que ha rebasado ya los límites de la reserva de caza de la Sierra de la Culebra, ha cruzado una carretera y obligará a cortar, según se prevé, la línea férrea de alta velocidad que une Madrid con la región de Galicia (noroeste), informaron fuentes del dispositivo de extinción.
El fuego, que sigue descontrolado, comenzó el miércoles por la noches a causa de los rayos de una tormenta y avanza hacia el norte.
El otro incendio más importante por ahora ha carbonizado cerca de 2.200 hectáreas hasta el momento en el municipio de Artesa de Segre (provincia de Lérida), en Cataluña, donde se han multiplicado estos siniestros y 30 están activos simultáneamente.
En Navarra tuvieron que ser desalojados los vecinos de dos localidades y los usuarios de un parque recreativo de la naturaleza al avanzar descontrolados dos incendios.
Los responsables de los trabajos de extinción esperan que la bajada acusada de temperaturas prevista a partir de mañana en buena parte del país, así como lluvias en algunas zonas, ayuden a controlar el fuego.
Foto: AP
Con información de EFE